Este miércoles, Argentina protagonizó un escandaloso debut en el campeonato de fútbol de los Juegos Olímpicos de París 2024, sufriendo una derrota por 2 a 1 ante Marruecos, en un partido que se vio manchado por incidentes y un polémico fallo del VAR dos horas más tarde del final del encuentro.

La Sub 23 que conduce Javier Mascherano había comenzado con una notable falta de ideas para atacar pero una defensa que se desempeñó con seriedad y orden durante los minutos iniciales del encuentro.

Sin embargo, la genialidad del 10 marroquí Ilias Akhomach, que estuvo intratable, le bastó al rival para romper la defensa argentina. El conjunto africano llegaría al gol tras una hermosa jugada colectiva, que incluyó una habilitación de taco dentro del área para que tras un buscapié Soufiane Rahimi definiera y marcara el 1 a 0 sobre el final de la primera parte.

El gol evidentemente desconcentró a Argentina, que salió a jugar el complemento con pocas luces, y en menos de cuatro minutos del pitazo inicial, se vio contra las cuerdas por la ofensiva marroquí y Julio Soler terminó cometiendo un penal. Nuevamente, Rahimi sería el encargado de definir el trámite, poniendo el partido 2 a 0 a favor de la selección marroquí.

Argentina, golpeada por el resultado, pasó momentos de zozobra durante los minutos posteriores a la ejecución del penal. Sin embargo, nunca dejó de buscar la igualdad, y la tenacidad del equipo se vio recompensada: un centro de Joaquín García cruzó el área marroquí y cayó a los pies de Soler, quien sacó un potente remate cruzado que terminó siendo empujado a la red por Gio Simeone para poner el 2 a 1.

El ímpetu de la albiceleste se hacía sentir sobre el arco rival y Argentina avisaba llegando con claridad, aunque la pelota no lograba entrar y el cronómetro corrió hasta los 45 sin cambios en el marcador. Los choques entre jugadores y el ingreso de espectadores al campo de juego hicieron que el partido se demorara en varios tramos, por lo que el árbitro decidió adicionar unos largos 15 minutos.

A esas alturas, Mascherano decidió revolearle por la cabeza a Marruecos con todo lo que tenía, y el adicional fue un show de posibilidades de Argentina que por milagro no terminaban en gol. No obstante, cuando la desesperación reinaba y corría el minuto 60 (último del partido), un peloteo furioso en el área del rival, que insólitamente incluyó dos rebotes consecutivos en el travesaño, terminó con la pelota dando en la cabeza de Cristian Medina para marcar lo que hubiera sido el 2 a 2.

Todo lo que podía fallar, falló

En este momento termina la crónica del partido y comienza la narración del bochorno. La igualdad de la Argentina generó una reacción violenta en los espectadores marroquíes, que arrojaron objetos como vasos a Medina durante el festejo del gol, además de tirar petardos dentro de la cancha y colmar las tribunas con bengalas.

El sumun del caos llegó cuando parte de los hinchas de Marruecos lograron burlar la seguridad y saltar al campo de juego, por lo que el encuentro fue inmediatamente suspendido. Los jugadores argentinos volvieron a los vestuarios por órdenes de Mascherano. Los espectadores también se retiraron, y a los 50 minutos de la invasión de cancha se informó que el partido estaba terminado.

No obstante, la historia no terminaría ahí. De manera inédita, 1 hora y 40 minutos después de los incidentes, el árbitro Glenn Nyberg decidió revisar la posición de uno de los jugadores argentinos en el gol del empate, y concluyó que había fuera de juego, lo que invalidaba el tanto de Medina. Para terminar de dar la nota, el juez además ordenó a los jugadores hacer una entrada en calor de 10 minutos y jugar otros tres minutos más de partido. Una decisión totalmente insólita, inédita e inesperada que causó un escándalo.

“Es el circo más grande que vi en mi vida”, dijo Mascherano sin poder contener la bronca. Pese al heroico esfuerzo de los pibes en los tres minutos irrisorios de juego restantes, Argentina no pudo igualar el marcador, y el bochornoso partido terminó en un 2 a 1.