El Dr. Oscar Trotta, médico pediatra envuelto en un torbellino de denuncias y escándalos durante su paso por el Hospital Garrahan, fue nombrado como el nuevo Secretario de Salud del Municipio de Hurlingham, bajo la administración del intendente camporista Damián Selci. Su historial manchado por la corrupción debería haberlo descalificado automáticamente para ocupar cualquier cargo público relacionado con la salud.
La llegada del Dr. Trotta al gabinete de La Cámpora de Selci dejó perplejos a muchos, debido a sus pasadas acciones y decisiones cuestionables. Conocido por haber sido relevado de su cargo en el Consejo de Administración del Hospital Garrahan en 2017, el médico pediatra fue acusado de percibir para ese entonces un exorbitante sueldo de más de $140.000. Mientras tanto, las enfermeras recién ingresadas apenas cobraban $14.000. Esta disparidad salarial nunca fue abordada por Trotta, quien parecía más interesado en mantener su abultado salario que en mejorar las condiciones de sus subordinados.
El ahora secretario de Salud de Hurlingham fue denunciado de mantener contratos bajo su gestión en el hospital con empresas tercerizadas que involucraban transacciones millonarias, pero que pagaban a sus empleados sueldos de apenas $6.000. Esta política dejó a muchos trabajadores en condiciones precarias, mientras las empresas beneficiadas seguían lucrando a expensas del personal hospitalario.
Trotta no solo es recordado por la injusticia salarial, sino también por su rol en la persecución sindical. Se lo culpó de ser partícipe necesario en la persecución a Elizabeth Ríos, una enfermera que, tras una larga lucha liderada por ATE, tuvo que ser reincorporada. Además, el doctor fue señalado por haber dado continuidad y apoyar a una aseguradora de medicina laboral que, por su negligencia, resultó en la trágica muerte de Cecilia Ferreyra, una enfermera de terapia intensiva.
Su gestión en el Consejo de Administración del Garrahan en 2021 fue nefasta para los trabajadores. Aplicó descuentos salariales de hasta el 40%, afectando a enfermeras, técnicas y camilleros, mientras él y sus colegas disfrutaban de ingresos superiores a los $400.000 mensuales en ese año.
Con este oscuro historial, la designación de Oscar Trotta como secretario de Salud en Hurlingham deja muchas preguntas y preocupaciones. ¿Continuará con sus prácticas de desigualdad y persecución? ¿Seguirá priorizando contratos millonarios sobre el bienestar de los trabajadores? Si su historial y denuncias sirven como indicativo, se pueden esperar más casos de corrupción, más desigualdad y más abuso de poder bajo su liderazgo en Hurlingham.