En medio de la profunda crisis económica que atraviesa la Argentina, el presidente Alberto Fernández aprobó un gasto millonario para volver a pintar el Patio de las Palmeras de la Casa de Gobierno. Esta decisión generó controversia y críticas por parte de la sociedad, que cuestiona la asignación de recursos en un momento en el que el país enfrenta urgentes desafíos económicos y sociales.

El Patio de las Palmeras, también conocido como Patio de Honor, es un pequeño espacio verde ubicado en el centro de la Casa Rosada, que cuenta con solo cuatro palmeras Yatay plantadas en 1904. A pesar de su reducido tamaño, la Dirección General de Administración de la Presidencia de la Nación decidió destinar una suma considerable de dinero para su renovación.

La asignación de un gasto sideral para pintar este espacio generó indignación en gran parte de la sociedad, especialmente en un contexto de crisis económica. Las ofertas presentadas por las empresas Progorod S.A. y Almirón-Almirón S.R.L., por montos de 194.270.995 y 213.001.331 pesos respectivamente, fueron consideradas excesivas e inapropiadas dada la situación económica que enfrentan los argentinos.

Las prioridades del Gobierno

La aprobación de este gasto millonario fue interpretado por muchos como una muestra de desconexión por parte del presidente Alberto Fernández. El mandatario, quien previamente protagonizó polémicas fiestas en la Quinta de Olivos durante la pandemia y gastos millonarios en alimentos para su heladera cuando medio país se muere de hambre, ahora se enfrenta a críticas por su disposición a destinar recursos en un proyecto de menor relevancia mientras el país enfrenta dificultades económicas y sociales más apremiantes.

Ante la polémica generada por esta y otras licitaciones, algunos sectores de la sociedad argumentan que los recursos podrían haber sido utilizados de manera más efectiva en áreas prioritarias como la salud, la educación o la infraestructura. En un contexto en el que muchos argentinos luchan por acceder a servicios básicos y enfrentan dificultades económicas, la asignación de un gasto considerable para renovar un espacio tan pequeño genera interrogantes sobre las prioridades gubernamentales.