El país está sumergido en una profunda crisis económica y financiera por la cual se está haciendo difícil salir. Y más aún si el Gobierno decide utilizar el poco dinero que queda de las reservas y los créditos que le otorgaron bancos internacionales en cosas innecesarias, como ya nos tiene acostumbrados.

En una reciente licitación, el presidente Alberto Fernández, junto con la dirección de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales, a cargo de la Jefatura de Gabinete de Ministros de Agustín Rossi, dispuso la contratación de un servicio de envío de SMS masivos para el programa “Mi Argentina”.

Parte de este dinero saldrá de un nuevo préstamo que el Gobierno recibió del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), para financiar parcialmente el costo del “Proyecto de Inclusión Digital e Innovación de los Servicios Públicos”, un programa que nada tiene que ver con el plan económico que nos puede permitir salir de la miseria.

Por este servicio, el Gobierno nacional podría derrochar más de un millón de dólares. Las dos empresas proveedoras que se presentaron fueron Teleprom Argentina, por un presupuesto total de 1.770.000 USD, mientras que la firma ATX S.A. dispuso una oferta de 275.040.000 por su servicio por 12 meses.

¿En qué consiste el servicio de envío de SMS?

Según el pliego licitatorio al que accedió este medio, se describe que el ‘Servicio de envío de SMS masivo’ permite otorgar a los diferentes usuarios y usuarias de servicios de telefonía, información diversa con respecto a los programas y servicios brindados por la Secretaría de Innovación Pública, tales como los relacionados con la plataforma digital “Mi Argentina”, integrada por diversas herramientas y servicios.

Por mes, el Gobierno dispondrá de 2 millones de mensajes instantáneos que serán enviados a aquellos que tengan la aplicación en su celular. Si lo requiere, el Ejecutivo puede extender los mensajes hasta 4 millones por mes, lo que supondría un monto mayor al que ya se está abonando.

Este servicio es sumamente innecesario, dejando en claro que el Gobierno ya cuenta con la plataforma de Whatsapp o cualquier red social que ya está en funcionamiento. Sin embargo, en vez de recortar gastos, lo que hacen Alberto Fernández y Agustin Rossi es seguir gastando dinero de los argentinos.