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¿Cómo sigue esto?

Zárate: todo es por la galería

Osvaldo Cáffaro, intendente de Zárate.
Osvaldo Cáffaro, intendente de Zárate.

Por Eduardo Rivas

El pasado 17 de octubre, en medio del conflicto desatado entre el municipio y los empleados del área de salud, tras el despido de Cintia Miner, se dictó una conciliación obligatoria que vence el próximo 8 de noviembre, sin embargo, no fue el primer conflicto vivido en el último tiempo en este sector.

Como decíamos entonces, “días atrás, en otro reclamo que hubo en el sector, ´se acordó´, por un lado, el ofrecimiento del municipio a todos los prestadores de Salud y al personal dependiente de la Secretaría de Salud, hasta la categoría de jefe de departamento incluidas, un bono no remunerativo correspondiente al programa nacional Plan Sumar, por el monto de pesos 8.000 pesos pagaderos el 29 de octubre”, que por supuesto le pagan, ¿Premio a la fidelidad?, hasta a quienes no les corresponde el pago.

Y además “por otro, el municipio ofreció realizar pases a planta permanente en el mes de enero de 2022 de todo el personal municipal mensualizado que se encuentre activo a la fecha de suscripción del presente acuerdo hasta el año 2012, priorizando fecha de ingreso y desempeño de los agentes. Asimismo, a partir de febrero de 2022 y durante todo el transcurso del año, se procederá a incorporar en forma paulatina y conforme al presupuesto asignado a todo el personal de la planta temporaria municipal que haya ingresado desde enero del 2013 hasta diciembre del 2015 inclusive”.

“Porque esa es la otra realidad, la enorme cantidad de personal de salud mensualizado, pero con la renuncia firmada si nos echan nos vamos con una mano atrás y una adelante”. (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2021/10/18/caffaroleaks-donde-dice-digo-decid-diego/). Incluso el Municipio publicitó dicho acuerdo (http://www.zarate.gob.ar/el-municipio-acordo-mejoras-para-el-personal-de-salud/), pero pasó el tiempo y las cosas se fueron ubicando en su lugar…que no es el que corresponde.

Pasó, el 29, el 30 y el 31 de octubre. Pasó el 1 y el 2 de noviembre, y sin embargo no se cumplió con lo pactado. Quienes firmaron en nombre del municipio (Ariel Ríos, titular de un cargo creado a medida y sin información a la ciudadanía, secretario General del Municipio, Antonela Bettili, directora General de Recursos Humanos y Marta Marchi, directora de Asuntos Judiciales), que de la vergüenza ni siquiera ponen su nombre al pie de su firma y actualmente no dan la cara.

La explicación que dieron off the record es que el municipio no tiene plata, aunque Osvaldo Cáffaro se vanaglorió de dar subsidios para hacer una tribuna, arreglar un techo o reparar una vereda. Sobre los cargos ocupados no dijeron nada. ¿Será Secretario General Ríos o será como Aldo Morino que firmó como Secretario cuando no lo era en una Secretaría que no existía (realidad que luego repitieron Pablo Giménez y Rosalía Zárate)?

El no haber puesto cargo y nombre en la firma será porque no se quieren hacer responsables o porque no quieren repetir el caso de Lisandro Frutos, quien también firmó con un cargo que no tenía o aquella empleada municipal que dice ser psicóloga y hasta se hizo tarjetas con su nombre.

Mientras tanto, quienes estuvieron y están “en la trinchera combatiendo el enemigo invisible”, según palabras del Intendente, siguen esperando. Actualmente, Zárate tiene los niveles más altos de Covid de los últimos dos meses, pero los datos no se presentan agregados para que no se vea la realidad, ya sabemos que según como se mire todo depende.

La curva sigue en ascenso, pero el Intendente se dedica a la campaña electoral. En la Secretaría de Salud, del equipo que se había hecho cargo solo queda Marcelo Schiavoni, quien dijo “que la única baja dentro del equipo de Salud era la de Lorena Mattei, sin embargo, Daniel Mautisi fue reemplazado como contacto del municipio en la Región Sanitaria V, donde fue reemplazado por Sandra Graf, la misma que aprieta al personal de salud para que no hable, que esconde las cosas que pasan mal en el área, como cuando se repartieron y utilizaron vacunas vencidas, o que es partícipe necesaria de las mentiras oficiales, como cuando vacunó al Intendente Municipal de manera fraudulenta pero fraguaron la información y consignaron otra fecha de vacunación en el registro oficial. Previsible, se premia la mentira y el matonaje”.

Pasó fin de mes y Mautisi se fue. ¿Alguien le preguntará a Schiavoni por qué disfrazan la verdad que se parece tanto a una mentira? Como dijéramos, “la realidad es que no se había ido solamente Mattei del área de Salud municipal, pero era necesario separar temporalmente las salidas a fin que no pareciera que iban saliendo en fila india y en medio del reclamo sindical. Así distanciado, se pueden justificar por diferentes razones”.

“Vendría a ser algo parecido a los aliviadores que se realizan en los desagües pluviales cuando hay grandes desniveles geográficos a fin de evitar que el agua baje a gran velocidad, como esos que ¿Hicieron? en el cañadón del Urquiza. El problema es que, como allí, con eso solo no alcanza, por eso Villa Florida se sigue inundando. En consecuencia, con separar las renuncias no alcanza, la fila india se forma igual”. (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2021/10/24/el-centreador/)

¿Qué novedades nos encontraremos tras el 14 de noviembre? Todo está matizado y oculto por las elecciones… ¿Y después? Mientras tanto de gestión poco, de cambio de vida de los zarateños nada, todo se hace de cara a fingir una realidad que no es la de los vecinos, todo es pour la galerie.

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