Por Eduardo Rivas

Finalmente el Municipio anunció el pasado lunes lo que ya todos sabíamos y las autoridades pretendían esconder, que el doctor Marcelo Medina, quien hasta ahora se desempeñaba como director del Hospital Municipal San José de Campana es el nuevo secretario de Salud de Zárate y que lo acompañarán al frente de la gestión Ariel Enjuto y Hugo Longás.

No vale la pena referirse a los conceptos vertidos por el intendente putativo Ariel Ríos quien, por si alguien tenía alguna dudas, dejó muy en claro que no está a la altura de las circunstancias y que la única forma de estar al frente del Departamento Ejecutivo Municipal es si Osvaldo Cáffaro da un paso al costado, puesto que el cargo del jefe comunal le queda enorme y no es capaz de hilar unas frases coherentes y sólidas para hacer la presentación de su nuevo equipo de Salud.

Para ello se busca evitar cualquier consulta sobre la temática, dado que no está con capacidad de responderla. Tan solo como ejemplo baste mencionar que sostuvo que en Zárate hay un leve aumento de casos, realidad que es fácilmente rebatible con la información oficial brindada por el Ministerio de Salud de la Nación que indica que en la última semana los casos afirmativos registrados de Covid-19 se incrementaron un 91,1 por ciento.

Seguramente él se maneje con los datos que brinda la Secretaría de Salud que, efectivamente, comunica un incremento de casos más leve. Apenas un 90,5 por ciento de aumento en la última semana. O en realidad habría que ver cuál es la vara de medición de Ríos o en definitiva lo de siempre mentir.

En lo quien sí es importante detenerse es en conocer quien está al frente de la Secretaría de Salud desde el pasado lunes, el doctor Marcelo Medina, quien es un auténtico desconocido para la ciudadanía zarateña, y que si bien viene acompañado de buenos comentarios en términos profesionales son bastante cuestionables los elogios vertidos por el secretario de Gobierno Juan Manuel Arroquigaray, quien destacó su experiencia en la gestión pública, puesto que estuvo al frente de un Hospital de gestión municipestatal, no estuvo en áreas de administración pública como será en este caso.

Y el primer paso fue un tanto errático puesto que reconoció no conocer, por ejemplo, el vacunatorio de Villa Carmencita algo por demás curioso puesto que en plena pandemia la única política que realiza en el área de Salud el Municipio es acompañar el Plan Provincial de vacunación y este centro es uno de los pocos lugares en los que se está vacunando actualmente, al menos de manera oficial.

Quizás las autoridades municipales hayan privilegiado mostrarle las instalaciones donde el Municipio vacunó de manera VIP a algunos de sus funcionarios cuando la población en general no podía acceder a las vacunas. Pero no fueron las únicas definiciones que dio Medina.

"Tratar de encaminar nuevamente lo que es la salud pública a nivel municipal en el Partido de Zárate, como ustedes saben con un déficit de recurso humano". Esta es una realidad que se viene denunciando desde tiempo atrás y que las autoridades municipales no asumen, con lo cual es un paso adelante que la máxima autoridad local del área de Ssalud lo reconozca como uno de los problemas centrales.

"El personal médico no está, por ahí, siendo valorado como corresponde", destacó. Curioso el silencio de Ríos al respecto, puesto que si hay alguien que no valoró al personal médico es el gobierno del que él forma parte desde años y que ahora lo encuentra a la cabeza y como máximo responsable de las políticas que se aplican, con lo cual su silencio termina validando que lo que venía sosteniendo el Municipio hasta ahora era mentira.

"Este nuevo desafío que es volver a tener una buena salud en Zárate", resaltó. Llamativo silencio de todo el funcionariado local, puesto que si se afirma que hay que volver a tener buena salud en Zárate eso implica que actualmente la salud no es buena. Claro, Medina hablaba de la salud pública y no de la salud a la que acceden quienes lo acompañaban en la mesa. Curioso llamado de atención.

"Tratar de que nosotros manejemos la salud y que no tengan noticias a través de ATE", expresó. Ello dice lo que el municipio oculta. Nosotros contamos lo que muchos medios callan. Todo sería más fácil si los funcionarios se sometieran periódicamente a entrevistas sin guión previo con los medios de comunicación, y mucho más si dijeran siempre la verdad.

"Nosotros vamos a tratar de poner en funcionamiento y en mantenimiento todo lo que sea el equipamiento que haya tenido alguna falla", aseveró. Interesante reconocimiento de una realidad ocultada a la población. Sabemos que no funciona el equipo de rayos desde hace un tiempo y que se perdieron vacunas porque se rompió el motor de una cámara. ¿Qué masmás sabe el doctor Medina que los ciudadanos zarateños desconocemos?

"Las expectativas son tratar de contar con un recurso humano confiable y fiable para que esto no vuelva a suceder", indicó. Para ello es central es ser confiable y fiable. No se puede exigir lo que no se está dispuesto a brindar. Hasta el momento todos quienes pasaron por la Secretaría de Salud no vieron en el personal a su cargo aliados para la consecución de objetivos comunes sino lacayos que debían estar a su servicio, ¿Cambiará ahora?

"Hay que volver a trabajar con nuevos programas de salud. Hay que comunicarse con la provincia porque hay muchos programas de salud que nos pueden ayudar muchísimo para el bienestar de la salud pública de Zárate", confirmó. El silencio de los funcionarios dice mucho al respecto. ¿Por qué Zárate no implementó estos programas hasta el momento? Lo dicho por Medina da lugar a que Ríos diga mucho más de las cuatro líneas que se aprendió de memoria y dé las explicaciones pertinentes sin repetir "justamente", como un mantra.

"Estamos con un déficit de recurso humano", ameritó. Permítame corregirlo, secretario, el déficit es de política de salud. El personal se va porque cobra poco, cuando cobra. Porque es basureado.

Porque es espiado. Pregunte a quienes trabajan a diario qué opinan de la labor de Julián García, Sandra Graf o Cristhian Retamozo, y si quiere remontarse aún más interioricesé acerca de la gestión de la Dra. Nuñez, eso le dará la pauta de la opinión de los trabajadores sobre la política de salud local. Está en sus manos que sigan campeando por los pasillos municipales como volvieron a hacerlo en los últimos días o que ponga coto para que las cosas cambien en serio.

"En los centros primarios de atención también hay un déficit pero es algo que sí o sí tenemos que poner en funcionamiento como corresponde", afirmó. Interesante planteo este porque la política del caffarismo siempre fue exactamente la contraria.

Y la pandemia le vino como anuillo al dedo para implementarla, reduciendo las prestaciones o directamente cerrando Centros de Atención Primarios y concentrando la atención en el Hospital Intermedio Municipal Doctor René Favaloro. ¿Esto fue parte de lo que se negoció en los últimos 15 días? Realmente disruptiva la propuesta.

Como se ve hasta aquí, sumamente interesantecuriosas y originales las posturas esgrimidas por Medina, la mayoría de ellas situadas a 180 grados de lo que sostuvo y sostiene el gobierno municipal del que el propio Medina ahora forma parte.

Y tan claro es que no resultaron cómodos los conceptos vertidos por el nuevo Secretario de Salud que no pudo hablar más porque rápidamente las autoridades municipales cortaron la conferencia de prensa. Un arranque de gestión con ciertos encontronazos verbales.

En síntesis, reconoció que hay muchas cosas que no funcionan y que deben ponerse en funcionamiento, realidad que las autoridades locales negaron sistemáticamente. Reconoció que la realidad de la salud en Zárate es mala, algo que los funcionarios locales nunca asumieron. Reconoció que estamos mal y vamos peor, por lo que es necesario comenzar a cambiar ya.

En buenahora que algún funcionario municipal lo manifieste porque es el primer paso para lograr el cambio. El tiempo dirá si su primer discurso ante los ciudadanos fue un golpe de timón o un golpe de efecto para hacer como que algo cambia cuando en realidad es más de lo mismo.

Mientras tanto, Ríos es un testigo de privilegio. Para la próxima sería interesante que se aprenda un poco más que los cuatro renglones de esta vez para que la vergüenza que da sea un poquito menos.