¿Qué se puede esperar de un burro más que una patada? Gabriela Cerruti negó que 6 de cada 10 niños pasen hambre

El INDEC confirmó oficialmente que alrededor de 6 de cada 10 chicos son pobres en Argentina, y en algunas Provincias como Chaco o Santiago del Estero la cifra asciende al 67%. La portavoz Cerruti anunció que “el Gobierno ve otra cosa”.

La portavoz ultra-kirchnerista Gabriela Cerruti anunció públicamente, y hablando en nombre del Gobierno, que es falso que 6 de cada 10 chicos en Argentina sufran hambre. Cerruti no supo explicar exactamente el porqué de sus afirmaciones, pero se limitó a señalar que la tasa de pobreza infantil en el 60% no implica una “situación de hambre”.

En su último informe correspondiente al segundo semestre del año pasado, el INDEC confirmó que la pobreza infantil llegó al 60%, y en algunas provincias como Chaco y Santiago del Estero alcanza al 67% de los menores de 18 años, 62% en San Luis y 61% en Tucumán, por solo mencionar algunos ejemplos.

En otras palabras, 6 de cada 10 menores de edad en Argentina viven bajo el umbral de la pobreza y en hogares que no alcanzan a cubrir con ingresos las necesidades que marca la canasta básica (entre ellas la compra de alimentos).

De acuerdo a un enfoque multidimensional, que no solo toma en cuenta una canasta de ingresos sino también a las necesidades básicas insatisfechas, la UCA también estima que la pobreza infantil ronda el 60% considerando el rango etario de 0 a 17 años.

Este umbral aumentó del 59,5% al inicio de la gestión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner hasta el 61,6% al término del año 2022, con un máximo de 64,9% en 2021 y 64,6% en 2020 tras el estallido de la pandemia.

Las personas afectadas son más propensas a sufrir faltantes alimenticios, o de poder hacerlo mantener una alimentación inadecuada para la formación de menores. Aun así, el informe de la UCA destaca que la indigencia en personas de 0 a 17 años escaló al 13,1% en 2022.

Estos chicos pertenecen a hogares que no logran tan siquiera generar ingresos para comprar una canasta alimentaria, compuesta por la cantidad mínima de alimentos requerida para cubrir el umbral energético saludable.

El Observatorio de la Deuda Social de la universidad revela que la inseguridad alimentaria total asciende al 31,4% de los niños y adolescentes, y la inseguridad severa alcanza al 12,3% respectivamente. Por otra parte, los servicios de alimentación gratuita provistos por el Estado alcanzan a representar hasta el 59,3% de la población de 0 a 17 años según informa la UCA, cuando en el año 2010 esta cifra no superaba el 24%.

Esto permite dar cuenta de la verdadera situación que atraviesa el tejido social argentino. Sin la ayuda estatal, casi el 60% de los niños y adolescentes se enfrentarían directamente al hambre, y si esto no ocurre es por la provisión gratuita de alimentos. Pese a la negación de Cerruti, la realidad sigue estando ahí, el Estado simplemente se ocupa de contenerlo y sin resolver las causas detrás de ello.