En un nuevo capítulo de las maniobras inmobiliarias de La Cámpora en Hurlingham, el intendente camporista Damián Selci avanza con el plan de construcción de viviendas en el predio de la ex fábrica Rousselot. Este proyecto, a cargo de la Asociación Civil 1 de Junio Esperanza, que responde directamente a dicha agrupación política, despertó la preocupación de los vecinos, quienes denuncian la falta de transparencia sobre el modelo de construcción y los posibles impactos en los servicios públicos de la zona. La venta de las viviendas requiere una entrada en dólares y pagos mensuales, un esquema que ya se implementó en el barrio Mitre con pésimos antecedentes: las casas tardaron más de 20 años en ser entregadas.

A esto se suma un problema de salubridad alarmante. El terreno de la ex Rousselot, que cuenta con una superficie total de 81.538 m² con salida a la avenida Vergara 2532 de Hurlingham, arrastra un historial de contaminación por el tratamiento de cueros vacunos para la industria farmacéutica y alimenticia. Durante más de 20 años, barrios como Villa Tesei, Parque Quirno, Sargento Cabral y San Martín sufrieron olores nauseabundos provenientes de la fábrica, lo que llevó a denuncias vecinales, clausuras e incluso a su cierre. La calidad del suelo es una incógnita que el municipio no aclara, generando aún más preguntas sobre la viabilidad de la urbanización.

El trasfondo político de esta movida no pasa desapercibido: La Asociación Civil 1 de Junio Esperanza responde directamente a La Cámpora. Esta iniciativa, lejos de ser transparente, se perfila como un nuevo negocio inmobiliario impulsado por el poder político de turno, sin garantías reales para quienes inviertan en él.

Como parte de esta estrategia, el Concejo Deliberante, con mayoría camporista, pretende otorgar excepciones al Código de Ordenamiento Urbano de 2018, que fue creado para evitar precisamente estos negociados. En su momento, incluso el líder de la agrupación, Máximo Kirchner, advirtió a Selci que habría problemas si autorizaba torres de edificios. Sin embargo, el oficialismo local sigue adelante con proyectos inmobiliarios en diferentes puntos del distrito, como Hurlingham Club, la Avenida Gorriti y la zona de 5 Esquinas y Vergara, violando la voluntad de los vecinos.