Este viernes, España y Francia se disputaron la medalla de oro de fútbol masculino en los Juegos Olímpicos de París 2024, en un partidazo que terminó 3 a 3 en el tiempo reglamentario y que terminó definiéndose a favor de los ibéricos en el sumplentario.
El conjunto local se puso en ventaja casi de movida, cuando a los 11 minutos, un disparo de Enzo Millot encontró una floja respuesta del arquero español, Arnau Tenas, y el marcador se abrió 1 a 0 para Francia.
Sin embargo, aquel gol picó en el orgullo español, y los de rojo -en esta ocasión vestidos con casaca alternativa color amarillo- salieron a buscar el empate con furia. Desde ese momento, España pasó por arriba a Francia, que no pudo levantar cabeza hasta mucho más adelante.
Con un juego brillante, gustoso y bien concebido, los ibéricos fueron acorralando a los galos y el tanteador empezó a reflejar la merecida superioridad española: Fermín López marcó en dos oportunidades para dar vuelta el resultado, y a los 28 minutos Álex Baena clavó un golazo sublime para dejar el tanteador 3 a 1.
Ya en el segundo tiempo, España siguió mostrando un juego asociado muy superior al desplegado por Francia, que de todos modos, iba con ímpetu en busca del descuento y la igualdad. Los embates poco precisos pero constantes de Francia rindieron fruto cuando a los 34 minutos, Maghnes Akliouche descontó y puso el encuentro 3 a 2.
España planteó entonces un juego defensivo y perdió gran parte de su brillo, lo que Francia aprovechó para seguir poniendo en riesgo a la portería ibérica. El tiempo transcurría sin novedades en el marcador, pero cuando ya habían pasado los 90 reglamentarios y se jugaban los minutos adicionales, una falta dentro del área le dio la oportunidad a Francia de igualar. Jean-Philippe Mateta no perdonó y puso desde los 12 pasos el 3 a 3 que llevó al juego a tiempo suplementario.
La primera mitad del tiempo extra fue pareja en un principio, pero España recuperó su impronta inicial y tras una linda jugada asociativa, Sergio Camello se fue solo hacia el arco, se la picó por encima al guardametas, y puso el 4 a 3.
Como era de esperarse, con el marcador en contra, Francia se apuró en buscar el empate y España se replegó. El local dominó prácticamente el segundo tiempo extendido, pero no supo encontrar el camino hacia el gol, y lo pagó caro: en el último minuto, una contra explosiva de los ibéricos volvió a dejar solo a Camello contra el arquero galo, y con un toque sutil y bien apuntado marcó el 5 a 3 definitivo.
De esta manera, España se colgó la medalla de oro y consolida el enorme presente que está teniendo en el fútbol internacional. Mientras que Francia, por su parte, sufrió de nuevo el mal trago de quedar segundo en un torneo intercontinental, y esta vez, en su propia casa.