Marruecos lo hizo otra vez. Después de quedar como líder de su grupo con Croacia y Bélgica en su zona, el conjunto africano dio otro batacazo y limpió a España del Mundial de Qatar 2022 en una increíble definición por tiros desde el punto del penal. Con Yassine Bounou como héroe con dos penales atajados a Carlos Soler y Sergio Busquets, el equipo marroquí se metió en cuartos de final de la Copa del Mundo.

La gran sorpresa de este Mundial, Marruecos, se enfrentará en cuartos de final a la ganadora del partido entre Portugal y Suiza, que jugarán este mismo martes desde las 16hs.

Fue un partido trabado, luchado, en el que España se mostró como claro dominador de la pelota, en tanto que Marruecos se paró bien defensivamente y le hizo la noche muy incómoda a Luis Enrique y sus dirigidos. Los africanos aguantaron hasta el final y hasta tuvieron situaciones para ganarlo, y así lo hicieron en los penales.

El equipo africano, una de las sorpresas del torneo con figuras como Achraf Hakimi, compañero de Lionel Messi en PSG, y el extremo de Chelsea Hakim Ziyech, se concentró mucho en los aspectos defensivos y en dejar jugar lo menos posible a su rival en su campo.

Los centrales españoles, que fueron quienes más tocaron la pelota, mantuvieron la serenidad para esperar a encontrar el espacio para el pase, en tanto que los volantes y los delanteros, más apurados por la presión, tuvieron bastantes problemas para acelerar en el momento justo y escasas veces lograron hilvanar una situación de gol.

Como se preveía, España tomó rápidamente el control de la pelota y comenzó a hacer lo que más le gusta. Toque corto, ocupación de espacios, recuperación en campo contrario, todo el manual de Luis Enrique, mientras el rival buscaba salir en velocidad y al pelotazo para tomar mal parada a la defensa española.

Tal como había hecho en sus primeros partidos, Luis Enrique aprovechó a Rodri como defensor central para comandar desde abajo con calidad y pase seguro. Los marroquíes, cerrados con un firme esquema con cinco defensores, buscaron siempre mantenerse concentrados en la marca y tratar de estar siempre con sus once futbolistas detrás de la pelota.

El equipo africano trató de obligar a España a jugar siempre con sus centrales, cerrarle los espacios a Busquets y tenerlo siempre de espaldas al arco, conocedor de su calidad en el pase y la creación de juego.

La primera del partido fue un tiro libre de Hakimi que pasó cerca del travesaño, a los 10 minutos del encuentro. España tuvo el avance más complicado por la cantidad de camisetas rojas juntas en zona defensiva: cuando los mediocampistas recibían en campo contrario, Marruecos aplicaba consistentemente una marca doble o triple para impedir el avance y obligar a la jugada individual o al retroceso.

El plan marroquí dependía siempre de no equivocarse, y a los 25 minutos estuvo cerca de hacerlo. Tras una salida de fondo de Bono que presionó bien España, Asensio y Gavi casi convierten, pero el delantero quedó en fuera de juego.

Inmediatamente, el equipo de Luis Enrique dejó en posición ofensiva a Asensio con un gran pase de Jordi Alba a la espalda de los defensores: el futbolista del Real Madrid remató fuerte de zurda, pero la pelota se fue por un costado. La estrategia de Marruecos empezó a flaquear, pero a España le costó más de lo esperado tener chances claras de remate al arco.

A los 42 minutos, Marruecos generó la posibilidad más clara para su equipo hasta ese momento, con un cabezazo de Nayef Aguerd que se fue por encima del travesaño. Enseguida, el conjunto africano recuperó rápido en campo propio y armó una muy buena jugada colectiva que terminó con un centro de Mazraoui que bajó Ziyech en el área y no pudo empujar En-Nesyri. La sacó justito Laporte abajo del arco.

En la segunda parte, el partido se le presentó mucho más complicado a España, en tanto que Marruecos se sintió más cómodo saliendo del fondo, aunque sin generar ocasiones peligrosas para el arquero Unai Simón.

Pasados los 15 minutos del segundo tiempo, Luis Enrique mandó a la cancha a Álvaro Morata como referencia de área en lugar de Asensio y puso a Carlos Soler por Gavi. Así, trató de buscar a la espalda de los laterales con pases largos, sin encontrar un camino similar al estilo de juego propio de la Selección española. La línea de cuatro defensores y cinco volantes obligaba a mover la pelota de lado a lado y a buscar avanzar con Rodri y Laporte.

A falta de 10 minutos para el final, cuando la frustración y los nervios empezaban a apurar a España, Morata tuvo una de las más claras para su equipo con un remate de derecha casi sin ángulo, que tenía totalmente controlado el arquero Bono y que se fue por un costado.

El partido se fue al alargue sin demasiadas emociones, con los dos equipos buscando no equivocarse en defensa y un acercamiento más conservador al arco rival, sobre todo de Marruecos. España mantuvo la búsqueda del gol con sus armas, pero ya volcado en el pelotazo más que en el estilo orientado a la posesión. El equipo de Luis Enrique buscó mucho por arriba y se repitió en centros.

Sobre el final del primer tiempo extra, Marruecos tuvo la chance más clara del partido: gran pase de Ziyech a Ounahi, quien encaró por el medio y buscó en profundidad a Walid Cheddira, quien definió ante la marca de Alejandro Balde y no pudo colocar la pelota cerca de un palo, sino que Unai Simón logró despejarla con un pie.

En el minuto 123, cuando se moría el partido, España tuvo la última para ganarlo a través de un remate de Pablo Sarabia que pegó en el palo. Sí, era la jugada definitoria y la pelota no quiso entrar. ¿Era merecido? Qué le importa al volante español…

Lo cierto es que el partido se fue a los penales y allí la mezcla entre azar y capacidad fue toda para Marruecos, que tuvo como héroe a su arquero Bono, que le atajó a Carlos Soler y a Sergio Busquets, y a un enorme Achraf Hakimi, que definió la serie pinchándola despacito. Otro batacazo.