Novak Djokovic es sin duda uno de los grandes hombres del tenis, cuyo nombre ha quedado grabado a fuego en la historia del deporte, y a sus 37 años todavía sigue siendo el peso pesado dentro de las canchas.

No obstante, el presente del “Nole” no es del todo bueno, y se encendieron las alarmas en su entorno tras perder frenta a Tomas Macha en el ATP de Ginebra. El serbio perdió en tres sets, por 6-4, 0-6 y 6-1, en el cruce por semifinales con el checo.

La preocupación es mayo sobre todo porque se trata la antesala del torneo de polvo de ladrillo más importante, Roland Garros, y el propio Djokovic admitió su preocupación por el nivel con el que llega al relevante certamen.

 “Cuando llegué aquí esperaba jugar más de un partido y jugué tres. Pero desearía poder sentirme mejor. No es bonito sufrir así en la cancha. Es difícil concentrarse en el tenis cuando tienes otras cosas en mente. Sólo espero estar listo y con buena salud para Roland-Garros”, admitió el serbio tras el partido.

Luego de perder el primer set, Djokovic pidió asistencia médica y ayudaron a bajar su temperatura con toallas con hielo, algo poco común teniendo en cuenta que en Ginebra hacía solamente 17 grados y el “Nole” ni siquiera suele pedir ese tipo de refresco en Australia con 40 grados de temperatura. Ese parate lo ayudó a ganar siete games seguidos, aunque en el tercer set el checo se impuso con facilidad.

En cuanto a los compromisos futuros, sostuvo: “Por supuesto que estoy preocupado. Este año no he jugado nada bien, salvo algunos partidos aquí y allá. Las cosas son como son. No me veo como favorito en París. Intentaré tomar los partidos uno tras otro. No tuve una gran noche y hoy fue difícil. Tuve sensaciones horribles durante la primera parte del partido. No quiero quitarle mérito a Tomás (Machac), que merecía su victoria, pero no sé qué pensar de este partido. Prefiero olvidarlo. Tampoco sé cómo pude ganar el segundo set”.

Djokovic se despidió de Suiza con la frustración a cuestas, incluso después de haber saboreado su victoria número 1.100 en el día de su cumpleaños (22 de mayo) frente al alemán Yannick Hanfmann (6-3 y 6-3). Se convirtió a los 37 años en el tercer tenista de la historia de la Era Abierta en alcanzar esa marca: los otros fueron el norteamericano Jimmy Connors (1.274 triunfos) y el suizo Roger Federer (1.251).