Novak Djokovic, el tenista mejor rankeado del mundo y uno de los hombres más ganadores de la historia del deporte, comenzó su trayecto en Rolando Garros con una victoria contundente frente al francés Pierre-Hugues Herbert por 6-4, 7-6 (3) y 6-4, un triunfo que le permitió disipar las dudas que él mismo había sembrado sobre su presente deportivo.
“Nole”, que tiene la chance de romper un récord absoluto de Roger Federer, se lució en una acción en concreto durante el tie break después de llevarse el primer set en el estadio Philippe Chatrier. El serbio ejerció su saque y mantuvo un extenso rally de 25 golpes con intercambios permanentes hasta que un drop shot adelantó a la red al tenista local, 142° del escalafón, quien alcanzó a pasar la bola del otro lado con un derechazo paralelo. La poca velocidad de la pelota le permitió responder a Djokovic con una devolución pegada al fleje que no fue devuelta.
Con el resultado positivo de este martes, Djokovic igualó a Serena Williams en el segundo puesto de los jugadores con más victorias en Grand Slam. Ambos tienen 367 y permanecen a dos de Roger Federer (369), ya retirado de manera profesional. Algo que el europeo, fácilmente, podría superar en París.
“Estoy contento de haber empezado a jugar así, estoy contento de cómo me he sentido en la pista. Me he sentido bien. Me estoy moviendo en la dirección correcta, pero esto es sólo el principio”, dijo el número 1 del mundo tras el partido. “Lo vengo diciendo desde hace mucho tiempo: los Grand Slams son los torneos que me levantan por la mañana, me hacen salir de la cama y ponerme a entrenar. Eso es lo que me motiva cuando salgo a la pista a entrenar, pienso en los Grand Slams”, confesó.
Más adelante, explicó por qué decidió asistir el lunes como espectador a la Philippe Chatrier para observar de cerca la caída de Rafael Nadal contra Alexander Zverev en sets corridos: “Ha sido un placer verle. No recuerdo la última vez que vi un set en directo en un partido de tan alto nivel, aparte de los partidos de la Copa Davis. Vi que Iga (Swiatek) y (Carlos) Alcaraz estaban allí. Todos queríamos sentir el ambiente, vislumbrar este momento, que puede ser un momento único, quizá su último momento en las pistas de aquí, aunque aparentemente puede que no sea así”.