Este miércoles, Boca debutó en la Copa Sudamericana como visitante ante Nacional de Potosí, en la altura de Bolivia, a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar y tras cruzar una larga distancia por tierra, por un escarpado camino y en una flota de camionetas 4x4 debido a la imposibilidad de transitar en colectivo.
La odisea del viaje Xeneize fue tortuosa, y el conjunto argentino arribó a la ciudad apenas una hora y media antes del encuentro. El técnico Diego Martínez dispuso un equipo alternativo para jugar el encuentro, prefiriendo cuidar a los jugadores más destacados para otros compromisos.
A pesar de jugar con un 11 suplemente, Boca salió a la cancha dispuesto a ganar. El primer tiempo, el predominio del Xeneize fue total, y tuvo las chances más claras de romper el 0 y desequilibrar el marcador. Sin embargo, por falta de precisión en el final de las jugadas o decisiones apresuradas, la pelota no llegó a cruzar la meta.
La más clara para Boca fue, sin lugar a dudas, cuando al final del primer tiempo el árbitro cobró una falta sobre Lucas Janson en el área de Potosí. El encargado de patear el penal fue Darío “Pipa” Benedetto, quien increíblemente, ejecutó un remate con más violencia que precisión, que se estampó en el travesaño e hizo temblar el arco, pero el marcador quedó tal como estaba.
En la segunda parte, a Boca comenzó a pesarle la falta de oxigeno en la aplastante altura de Potosí. Se notó que el equipo estaba cansado y cada vez más lento, y de apoco, el local lo fue llevando meterse bajo su propia área, a tal punto que el arquero Leandro Brey terminó siendo la figura del partido, luego de sacar un par de pelotas que parecía que serían el gol de Potosí.
Boca lo tuvo en el primer tiempo, Nacional en el segundo, pero ninguno de los dos pudo concretar. El empate parece un resultado justo para ambos equipos, que si bien hicieron mérito para imponerse en diferentes tramos del partido, nunca lograron terminar de desnivelar.
Para Boca, por más que el empate no sea el resultado ideal, las circunstancias hacen que el punto obtenido sea más aceptable: la altura y el tortuoso viaje sin duda influyeron en el rendimiento del equipo. Quizás la mejor noticia para el Xeneize es que varios juveniles de las inferiores del club tuvieron la oportunidad de debutar y lucirse en primera, y nada más ni nada menos que en un certamen internacional.