Desde que inició su gestión como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (CABA), Jorge Macri, se convirtió en foco de críticas constantes. Su relajada forma de gobernar, que lo llevaron a tomarse vacaciones a menos de un mes de asumir haciendo uso de un avión privado, sus constantes publicaciones festivas con su esposa y la poca actividad territorial que muestra; claramente, se llevó todas las miradas.

Además, los porteños afirman que, desde que Horacio Rodríguez Larreta fue sucedido por Jorge Macri, las calles están cada vez más inseguras, la higiene pública es casi nula y el patrullaje policial se redujo. Esto generó que el primo del ex presidente Mauricio Macri cayera día a día en las encuestas imposibilitando o entorpeciendo su reelección de cara al 2027.

Los índices rojos comenzaron a preocupar al ex mandatario Macri que, pese a estar teniendo diferencias claras con "Jamoncito" entiende que este es una figura política muy redituable en los tiempos que corren. Así que, por eso, Mauricio le pidió a Jorge que lime sus asperezas con el "León" y que se muestre más con él.

Sin embargo, esta táctica no está funcionando; los votantes del alcalde porteño no están contentos, no solo con su gestión, sino con su accionar político que da cuenta de su intento de "rascar" algunos votos libertarios de cara al 2027. Desde el entorno de Macri intentan bajar las tensiones y aseguraron a este acercamiento que "no se trata más que de reuniones laborales bajo el marco de los fondos de coparticipación", pero, previo a las disputas por esos fondos, Jorge Macri ya se mostraba con Javier Milei.

Lo cierto es que, su pobre gestión, la "traición" que sienten algunos de sus votantes, y la nula exposición de sus buenas medidas políticas, hicieron que el primo de Macri no sea más que una figura  que está a la espera de que se termine su gestión.