En medio de una abrupta devaluación del tipo de cambio oficial, sin ningún tipo de ancla nominal y sin la más mínima credibilidad, la coalición kirchnerista se cae a pedazos y queda librada a la incertidumbre lo que sucederá respecto del acuerdo con el FMI.

El staff del Fondo Monetario Internacional reconoció la abrumadora victoria de Javier Milei en todo el país, y ahora busca negociar con él para desplegar los próximos desembolsos. El organismo de crédito internacional necesita certezas claras y contundentes sobre cuáles serán los lineamientos básicos de la economía argentina para el próximo año.

La eventual negociación con Milei podría despejar la incertidumbre y garantizar una transición ordenada frente al colapso del oficialismo. Por su parte, "El León" libertario advirtió públicamente que no existe ninguna fricción con el Fondo Monetario Internacional, ya que su programa económico propone un ajuste fiscal y monetario mucho más estricto del que pretende aplicar el Fondo.

"El FMI no debería tener problemas con el programa que planteamos, que es un ajuste fiscal mucho más profundo que el que ellos plantean. Lo más importante es la convicción. Tenemos claro el diagnóstico", anunció el candidato liberal Javier Milei tras el triunfo en las PASO.

En este sentido, el FMI podría garantizar su cronograma de pagos y desembolsos con un perfil de metas fiscales y monetarias mucho más estrictas en comparación a las que negoció con el Gobierno kirchnerista.

Muy lejos de ser un elemento disruptivo, la victoria de Milei arroja cada vez más garantías para el cumplimiento de las obligaciones del Estado con el FMI, ya que el único espacio que renegaba de esto es el kirchnerismo y retrocedió al tercer lugar en los comicios del domingo.

El índice de Riesgo País permaneció relativamente estable por debajo de los 2 mil puntos básicos pese a las elecciones. La turbulencia en el mercado cambiario y financiero responde más bien a las medidas del oficialismo (siendo la devaluación la más relevante de ellas), y las posibles medidas que pudiera adoptar el Gobierno kirchnerista en plena derrota.

Este efecto se diferencia notablemente del shock de las PASO de 2019, en el cual tanto el Riesgo País como la paridad del dólar se vieron disparados de manera simultánea. En esta oportunidad, la victoria de la derecha lleva a los mercados a esperar más racionalidad económica con respecto al FMI, pero no así con respecto a las posibles medidas que puedan tomarse hasta que Alberto Fernández y el equipo económico abandonen el poder el 10 de diciembre.

El posible relanzamiento de un nuevo "plan platita" antes de noviembre es otro elemento que lleva incertidumbre al mercado cambiario, ya que la única fuente para financiar los desequilibrios del Estado es la asistencia monetaria directa del Banco Central.