Matías Lammens no para de dar la nota por los numerosos negociados que mantiene con miembros de su propia familia y del entorno de su esposa, Mariana Gene. Lavado de dinero, corrupción y evasión de impuestos son algunos de los hechos que envuelven al ministro de Turismo y Deporte de la Nación.
Ahora, según pudo saber Buenos Aires Ahora, su suegro se dedicaría al negocio de los viñedos en Mendoza, bodega de la cual Lammens es accionista y distribuidor. Se trata de Gustavo Enrique Gene, abogado y socio del estudio jurídico Da Rocha - Gené - Munrabá.
Gene padre, posee actualmente 37 hectáreas en los viñedos de Mendoza de los vinos TERRA D’AMIC, una sociedad de la que forma parte José Octavio Bordón consultor del mismo estudio y ex gobernador de Mendoza entre los años 1987 y 1991, posteriormente fue senador provincial y diputado. En 2003 fue convocado por el presidente entrante, Néstor Kirchner, como embajador de Argentina en los Estados Unidos, cargo que desempeñó durante todo el mandato presidencial. En 2015 fue designado como embajador en Chile por el presidente Mauricio Macri.
El lavador Nº 1 de Matías Lammens
Casualmente, a Gustavo Gene se lo conoce por sus estudios e investigaciones sobre lavado de activos de origen delictivo con su escrito “GENÉ, Gustavo Enrique - Ley de Lavado de Activos de Origen Delictivo N 25.246. Algunas Consideraciones Preliminares”, publicado en 2011. El abogado utilizó sus conocimientos y libros escritos por él, para llevar a cabo el plan maestro de la familia de la esposa de Lammens.
Matías Lammens se hizo accionista y distribuidor oficial de la bodega TERRANOVA de la sociedad TERRE D’AMIS S.A. y tiene una caja de seguridad privada en el banco Santander de Uruguay, entidad bancaria donde su suegro tiene abierta una cuenta corriente. ¿Casualidad?
Como se informó más arriba, el presunto testaferro del ministro forma parte de uno de los estudios jurídicos elegidos por el Gobierno kirchnerista. En 2010, Joaquín Pedro “El Chango” Da Rocha (integrante y socio fundador de dicho estudio) fue designado en la Procuración del Tesoro Nacional. Es uno de los pesos pesados en materia penal, con clientes destacados como el diario La Nación o los hermanos Terranova, dueños de publicidad Sarmiento, una de las adjudicatarias del mobiliario urbano porteño, que mantienen una feroz guerra judicial con Daniel Hadad y Augusto Ibero Spinazzola. También supo ser subsecretario de Justicia de la gobernación de Antonio Cafiero y representante del Poder Ejecutivo en Consejo de la Magistratura de la Nación con Duhalde.
También circularon por el estudio de Da Rocha clientes menos glamorosos como el ex representante de fútbol Guillermo Coppola, quien según repite la fábula de los estudios penalistas le habría pagado un millón de dólares en efectivo para que lo sacaran de la prisión, cuando estuvo detenido.
Llega al cargo de la mano de Aníbal Fernández, a quien conoció con mayor profundidad gracias a que su atractiva mujer, la fiscal Mónica Cuñarro, trabó una muy buena relación con el jefe de Gabinete trabajando juntos por la despenalización de la marihuana.
En esa volteada entra el suegro de Lammens, Gustavo Gene, familiar del actor peronista Juan Carlos Gene (como dato de color). Fue él quien acercó al ex canciller Rafael Bielsa al estudio Da Rocha. Hoy, casualmente, es embajador argentino en Chile. Otra casualidad.
El ministro más corrupto de Alberto Fernández
En octubre pasado, Matías Lammens ya había sido denunciado penalmente en los tribunales de Comodoro Py por poseer una presunta red de cuentas offshore a su nombre y sin declarar. La más reciente habría sido abierta en mayo de 2021, cuando se encontraba de viaje oficial en Madrid, cuya cifra a la fecha supera los 419 mil euros que están alojados en la entidad UBS Europe.
Además, el ministro habría abierto en 2016 una cuenta en las Bahamas a través de Macro Bank Limited, aunque hoy la misma permanece cerrada. Asimismo, tendría una caja de seguridad en el banco Santander de Uruguay y una cuenta corriente en la misma entidad, pero de España.
Casualmente, los activos de las actividades financieras del ministro bajaron casi al 50% respecto del año pasado. Según la última auditoría, posee $201.057.079,98, mientras que en el 2020 había declarado $412.271.621,40. Esto podría evidenciar una maniobra de evasión monetaria, cuya red de testaferros habría ayudado a ocultar sus activos.
Según pudo recabar este medio, Lammens integra una gran cantidad de sociedades con familiares directos y políticos. Incluso, su propia madre figura como accionista en empresas como Esperanza Nuñez Bareiro, cuyas acciones se encuentran en las empresas Carnes Avellaneda S.R.L, Carsur S.A., Carnipo S.R.L, Pilares Urbanos S.R.L (ex Morelos), Debarricas S.R.L. y Construcciones Gala.
Pero la empresa principal de Lammens es su distribuidora de bebidas, con sede en el barrio de Boedo.
Su principal socia es su prima Sofia Nazelli Ohanessian, en Grupo DB S.R.L., una empresa mayorista de golosinas y bebidas alcohólicas y sin alcohol; Proyecto N° 3, encargada de la fabricación, diseño y montaje, compra y venta de muebles del hogar, oficina y comercio; Debarricas, empresa de golosinas y bebidas; Tango 3 S.A., que brinda servicios inmobiliarios; Construcciones Gala, empresa dedicada a la construcción; Pata, otra comercializadora de golosinas y bebidas.