El discurso de Cristina Fernández de Kirchner en Quilmes no contuvo a todo el peronismo y hubo dirigentes del Partido Justicialista (PJ) que se manifestaron en contra en las redes sociales.
Fernando Gray, intendente del partido bonaerense de Esteban Echeverría; Juan Zabaleta, ex ministro de Desarrollo Social de Alberto Fernández; o el ex diputado Facundo Moyano fueron algunas de las voces que criticaron a quien fuera vicepresidente hasta el 10 de diciembre pasado.
💪🏻🇦🇷
— Facundo Moyano (@Facundo_Moyano) April 27, 2024
¿Vos querés seguir tomando sopa? pic.twitter.com/52EmtIIukU
— Juan Zabaleta (@JuanZabaletaOK) April 27, 2024
“Otra vez sopa”, escribió Gray en su cuenta de X y adjuntó una foto de él tomando una sopa mientras le daba la espalda al televisor en el que se la veía a Kirchner dando su discurso.
El intendente de Esteban Echeverría mantiene una disputa hace años no sólo con la ex Presidente, sino también con La Cámpora. Gray fue una voz solitaria que se opuso al desembarco de Máximo Kirchner al frente del PJ bonaerense en 2021. Facundo Moyano compartió la publicación de Gray y validó el mensaje a través de un comentario con la bandera argentina.
En la misma línea se manifestó Zabaleta, quien publicó un breve video en el que realizaba una sopa en una cocina. “Basta de sopa, Flavia. ¿Vos querés seguir tomando sopa?”, interpeló el ex ministro a una señora.
“¡No!”, respondió la señora. “¡Vamos!”, festejó Zabaleta, quien dejó el ministerio de Desarrollo Social de la Nación a fines de 2022 para volver a ejercer como intendente de Hurlingham, donde se encontraba en una dura interna con la agrupación que lidera Máximo Kirchner.
En las PASO del año pasado fue derrotado por Damián Selci, de La Cámpora, quien luego triunfó en las generales y asumió como jefe comunal.
Luego de cuatro meses y medio de Gobierno de Javier Milei, la ex mandataria dio un discurso público por primera vez. Le reclamó un “golpe de timón” al Ejecutivo en la política de ajuste fiscal y un “plan de estabilización” económica, con un mensaje hacia el propio peronismo, al que llamó a dejar a un lado los enfrentamientos internos.
También pidió “no putearse entre compañeros”, en relación a la tensión entre el gobernador bonaerense Axel Kicillof y varios dirigentes de su gestión con La Cámpora, agrupación liderada por su hijo, Máximo Kirchner.
“Cuando decía que cada compañero tiene un bastón de mariscal en su mochila no es para dárselo por la cabeza a otro compañero. Era para discutir el país que queremos”, reclamó la ex Presidente.
En la primera parte de su discurso, apuntó directamente al presidente Milei. “Festejó el superávit del primer trimestre, pero no hermano, no tenés superávit, mirá todo lo que debés, no es cierto”, enfatizó.
Luego, sostuvo que “el experimento anarco-capitalista”, como calificó a la administración libertaria, se dirige hacia una “economía de carácter extractivista, precapitalista”, que le “hace acordar a la Argentina del virreinato del Río de la Plata, donde se llevaban todas las riquezas de la colonia, suena a anarcocolonialismo”.
“Nadie desconoce la legitimidad de origen del presidente. Pero te puede haber votado el 60 por ciento, aunque si después, cuando sos Gobierno, la gente se caga de hambre y no llega a fin de mes, de qué sirve eso”, dijo en tono coloquial.
También reiteró su apoyo a la movilización estudiantil del martes pasado y criticó la postura del Ejecutivo sobre el “adoctrinamiento”. “El Presidente habla de adoctrinamiento en las escuelas, pero si hubiéramos adoctrinando en las escuelas él no sería presidente”, afirmó.
Por último, amagó con una autocrítica. Tras pedir que no “jodan más con la cuestión de los modales”, dijo que “andamos con la K a rastras, nos hacemos cargo de todo, de las buenas y de las malas” y reconoció que el Gobierno del Frente de Todos no llegó a buen puerto. “Terminamos como terminamos, me hago cargo de eso”, reconoció.
El discurso de Cristina Fernández de Kirchner en Quilmes no contuvo a todo el peronismo y hubo dirigentes del Partido Justicialista (PJ) que se manifestaron en contra en las redes sociales.
Fernando Gray, intendente del partido bonaerense de Esteban Echeverría; Juan Zabaleta, ex ministro de Desarrollo Social de Alberto Fernández; o el ex diputado Facundo Moyano fueron algunas de las voces que criticaron a quien fuera vicepresidente hasta el 10 de diciembre pasado.
“Otra vez sopa”, escribió Gray en su cuenta de X y adjuntó una foto de él tomando una sopa mientras le daba la espalda al televisor en el que se la veía a Kirchner dando su discurso.
El intendente de Esteban Echeverría mantiene una disputa hace años no sólo con la ex Presidente, sino también con La Cámpora. Gray fue una voz solitaria que se opuso al desembarco de Máximo Kirchner al frente del PJ bonaerense en 2021. Facundo Moyano compartió la publicación de Gray y validó el mensaje a través de un comentario con la bandera argentina.
En la misma línea se manifestó Zabaleta, quien publicó un breve video en el que realizaba una sopa en una cocina. “Basta de sopa, Flavia. ¿Vos querés seguir tomando sopa?”, interpeló el ex ministro a una señora.
“¡No!”, respondió la señora. “¡Vamos!”, festejó Zabaleta, quien dejó el ministerio de Desarrollo Social de la Nación a fines de 2022 para volver a ejercer como intendente de Hurlingham, donde se encontraba en una dura interna con la agrupación que lidera Máximo Kirchner.
En las PASO del año pasado fue derrotado por Damián Selci, de La Cámpora, quien luego triunfó en las generales y asumió como jefe comunal, donde había llegado en 2015.
Luego de cuatro meses y medio de Gobierno de Javier Milei, la ex mandataria dio un discurso público por primera vez. Le reclamó un “golpe de timón” al Ejecutivo en la política de ajuste fiscal y un “plan de estabilización” económica, con un mensaje hacia el propio peronismo, al que llamó a dejar a un lado los enfrentamientos internos.
También pidió “no putearse entre compañeros”, en relación a la tensión entre el gobernador bonaerense Axel Kicillof y varios dirigentes de su gestión con La Cámpora, agrupación liderada por su hijo, Máximo Kirchner.
“Cuando decía que cada compañero tiene un bastón de mariscal en su mochila no es para dárselo por la cabeza a otro compañero. Era para discutir el país que queremos”, reclamó la ex Presidente.
En la primera parte de su discurso, apuntó directamente al presidente Milei. “Festejó el superávit del primer trimestre, pero no hermano, no tenés superávit, mirá todo lo que debés, no es cierto”, enfatizó.
Luego, sostuvo que “el experimento anarco-capitalista”, como calificó a la administración libertaria, se dirige hacia una “economía de carácter extractivista, precapitalista”, que le “hace acordar a la Argentina del virreinato del Río de la Plata, donde se llevaban todas las riquezas de la colonia, suena a anarcocolonialismo”.
“Nadie desconoce la legitimidad de origen del presidente. Pero te puede haber votado el 60 por ciento, aunque si después, cuando sos Gobierno, la gente se caga de hambre y no llega a fin de mes, de qué sirve eso”, dijo en tono coloquial.
También reiteró su apoyo a la movilización estudiantil del martes pasado y criticó la postura del Ejecutivo sobre el “adoctrinamiento”. “El Presidente habla de adoctrinamiento en las escuelas, pero si hubiéramos adoctrinando en las escuelas él no sería presidente”, afirmó.
Por último, amagó con una autocrítica. Tras pedir que no “jodan más con la cuestión de los modales”, dijo que “andamos con la K a rastras, nos hacemos cargo de todo, de las buenas y de las malas” y reconoció que el Gobierno del Frente de Todos no llegó a buen puerto. “Terminamos como terminamos, me hago cargo de eso”, reconoció.