Segundo Larrañaga, un niño platense de 3 años, necesita con suma urgencia una silla postural para tener una mejor calidad de vida. Sin embargo, las trabas a las importaciones y la burocracia se lo impiden.

La familia del pequeño reclama que el costoso aparato ortopédico debería haber llegado hace meses. Por ese motivo, comenzaron con una campaña en redes sociales para que el caso se visibilice y poder obtener una respuesta. Se trata de un elemento que cuesta 230.000 pesos, junto con una reposera de baño pediátrica que sale 132.000 pesos.

Juliana Larrañaga, su madre, contó que Segundo utiliza una silla prestada que no está preparada para sus verdaderas necesidades y relató la problemática en su cuenta de Facebook: "Segundo tiene 3 años y todavía no tiene su silla postural. Necesita una silla adaptada a sus necesidades y condiciones. La ortopedia La Catedral de La Plata nos dio a elegir entre dos sillas, una importada de Estados Unidos que tardaría 8 meses, y una de China que llegaría en dos meses. Elegimos China y hace seis meses que casi no hay respuesta", comentó.

Por último, agregaron que el nene pronto comenzará el jardín y necesita la silla de forma urgente para poder educarse y tener calidad de vida: "Necesito que me ayuden, Segundo necesita su silla lo antes posible por una mejor calidad de vida y porque además el año que viene empezaría el jardín", concluyeron.

El problema que tanto Juliana, como muchos padres de niños con patologías similares, señalan es que el equipamiento tiene restricciones a la hora de importarse porque no es considerado dentro del rubro de salud, a pesar de que son ortopédicos. Eso se sumó a los ya largos tiempos de la burocracia administrativa de Aduana y de las obras sociales.