Mientras en PBA, el principal bastión de definición electoral de Argentina, con 17.569.053 habitantes y 13.110.768 personas habilitadas para votar en el balotaje del próximo domingo 19 de noviembre 2023, la mayoría de los referentes de La Libertad Avanza (LLA), el espacio político que creó y representa Javier Milei, se sintieron insólitamente "liberados" de la incómoda tarea de hacer campaña por el candidato libertario, en medio del abrumador oleaje peronista, y con los principales referentes amarillos dominando la campaña del ex arquero de Chacarita, detectamos y valoramos una de las pocas excepciones mileístas.
Se trata de Ricardo Marazzi, un dirigente de Mar de Ajó, la principal ciudad del Partido de La Costa, que fue candidato a diputado provincial suplente en las boletas de color violeta de LLA por la Quinta sección electoral bonaerense.
Cuenta Crítica Argentina que Marazzi es un profesor y periodista que trabajó durísimo, aún con sus propios recursos (dinero de su sueldo, auto, casa como local partidario, amigos, familia, etcétera), para que Javier Milei estuviera en el balotaje, aún sabiendo que sus posibilidades personales de sentarse en una banca en la legislatura bonaerense eran nulas.
De cualquier manera, Marazzi nunca bajó los brazos y recorrió los distritos más cercanos para ayudar en todo lo posible a los referentes locales a hacer una gran elección.
El más resonante es el caso del partido de General Lavalle, donde Ricardo apostó fuerte al candidato a intendente Adrián Pascua, un joven dirigente libertario que logró una importante cantidad de votos prácticamente de la nada, utilizando solamente su sueldo de empleado de comercio, la boleta de Milei y la inestimable colaboración del profesor.
Así las cosas, Marazzi celebró el domingo 22 de octubre 2023, el ingreso de Javier Milei al balotaje presidencial, y al día siguiente comenzó a trabajar para el triunfo del libertario. Acomodando sus horarios laborales y haciendo un enorme esfuerzo, recorre cada día los municipios de la Quinta sección electoral de PBA, visitando a referentes políticos con los que mantiene vínculos de amistad, tratando de ponerlos a trabajar en la campaña de Milei, más allá de sus pertenencias partidarias locales.
Esta historia de Ricardo Marazzi, un militante político como los que ya quedan pocos, muestra que cuando se abraza una causa por convicción, no importan los tiempos ni los recursos con que se cuenta: lo único que sirve es defender un ideal.
En momentos en que la política parece estar vacía de convicciones, encontrar un oasis de pasión por un candidato y un espacio, de las características de Marazzi, es sin dudas una bocanada de aire fresco no solamente para LLA sino para la democracia toda, que se apaga lentamente por falta de ideales profundos.
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