Martín Ríos, el arquero de Deportivo Merlo, se destaca como el futbolista más longevo de Argentina a sus 46 años. Aunque ha transitado la mayor parte de su carrera en el fútbol del Ascenso, su perseverancia lo mantiene en actividad, desafiando las convenciones sobre la edad en el deporte. Mientras que figuras internacionales como Ryan Giggs o Paolo Maldini se retiraron en torno a los 40 años, Ríos continúa desafiando los límites generacionales.

Atribuye su longevidad en el deporte al apoyo incondicional de su familia y a una ardiente pasión por el fútbol que lo ha impulsado a seguir compitiendo. En una entrevista reciente, compartió cómo ha sido su trayectoria y los desafíos de mantenerse en forma y competitivo a una edad en la que muchos ya han colgado los guantes.

A pesar de haber pasado la mayor parte de su carrera en clubes del Ascenso como Ferro, Brown de Adrogué, y Estudiantes de Buenos Aires, así como breves pasos por el extranjero con la Universidad Católica de Ecuador, Ríos nunca perdió de vista su objetivo de jugar al fútbol profesionalmente. Aunque inició su carrera en las Inferiores de Boca, su camino se desvió y encontró su lugar en equipos que lo valoraron por su dedicación y esfuerzo en el campo de juego.

A medida que los años avanzan, la brecha de edad con sus compañeros se hace más evidente, pero Ríos no deja que eso lo desanime. En cada entrenamiento, se esfuerza por dar lo mejor de sí mismo y disfrutar del juego que tanto ama. Reconoce las diferencias generacionales, pero se enfoca en lo que puede aportar al equipo y en cómo puede seguir contribuyendo al deporte que ha sido su pasión desde joven.

Aunque ha superado en edad a figuras emblemáticas como Gianluigi Buffon, quien se retiró a los 45 años, Ríos no tiene prisa por colgar los botines. En cambio, espera que su retiro sea una conclusión positiva y gratificante a una carrera llena de logros personales y profesionales. Su compromiso con el juego y su amor por el deporte continúan inspirando a jugadores de todas las edades y sirven como ejemplo de dedicación y perseverancia en el mundo del fútbol.