La derrota de Rafael Nadal ante Alexander Zverev y su consiguiente eliminación de Roland Garros marcó un hecho histórico, puesto que es la primera vez que el tenista español, rey indiscutido del polvo de ladrillo, es derrotado en la fase inicial del torneo que ha ganado más veces que ningún otro tenista.
Con un rendimiento parejo y sin demostrar flaquezas, el tenista alemán despachó a la leyenda de Roland Garros con un sólido 6-3, 7-6, y 6-3, borrando cualquier tipo de duda sobre su superioridad.
La derrota de Nadal no sorprende en el sentido deportivo, puesto que “Rafa” está en el ocaso de su carrera y si bien sigue siendo uno de los nombres más temidos del circuito (sobre todo en polvo de ladrillo), y a sus 38 años, ya no está en el nivel superlativo e inalcanzable que tenía en su juventud. Zverev, por el contrario, está atravesando uno de los mejores momentos de su carrera y se encuentra en pleno ascenso, con la ambición necesaria para desbancar a las grandes leyendas como el propio Nadal.
No obstante, aunque el resultado del partido estuvo dentro del margen de probabilidades, no deja de ser shockeante que el tenista más ganador de la historia de Roland Garros, que hizo de la cancha francesa su patio trasero, quede eliminado en su primer partido.
La suerte le jugó una mala pasa a Nadal al enfrentarlo de movida con “Sasha” Zverev, uno de los candidatos a quedarse con el torneo, pero aún así, las chances del español de imponerse en el torneo parecían lejanas viendo su rendimiento en partidos anteriores.
Pese a la prematura derrota, no puede dejar de leerse como una seña más de que los grandes nombres que marcaron la historia del tenis en las últimas dos décadas, comienzan a ceder la posta a la nueva generación.
El proceso que se inició con la despedida del magnífico Roger Federer, y que se acentuó cuando a Rafa le empezó a pesar el físico, se ve apuntalado también por el flojo momento que atraviesa Novak Djokovich, con lo cual es evidentemente que estamos en la era final del “Big Three”.