La situación de inseguridad en Hurlingham alcanzó niveles críticos, dejando a los vecinos expuestos a un peligro constante. La descripción de la zona como "liberada" para los delincuentes no solo revela la gravedad del problema, sino que también señala un fracaso rotundo por parte de las autoridades municipales en garantizar la seguridad en el distrito.
Es especialmente preocupante el impacto que esta situación tiene en los repartidores de empresas de delivery, quienes enfrentan riesgos significativos en el desempeño de sus actividades diarias y que, ante la falta de soluciones, se reunieron en reclamo por mayor seguridad en diversos puntos del distrito.
La manifestación principal se dio en el Palacio Municipal de Hurlingham donde repartidores de la firma "Pedidos Ya" se congregaron pacíficamente para exigir al intendente Damián Selci medidas concretas que garanticen su seguridad y la de toda la comunidad. Sin embargo, las demandas de estos trabajadores parecen caer en oídos sordos ante la inacción de las autoridades municipales.
Los testimonios son desgarradores: sufren robos a diario y se sienten indefensos ante la creciente violencia en las calles. La falta de luminarias en numerosas zonas del distrito agrava aún más la situación, proporcionando un entorno propicio para la actividad delictiva. Luminarias rotas y sin reparar durante meses son un reflejo de la negligencia municipal que deja a los ciudadanos a merced de los delincuentes.
Además, la ineficacia de la presencia policial en Hurlingham es igualmente preocupante. Móviles policiales parados sin patrullar y un Centro de Monitoreo con cámaras rotas que no cumplen su función de vigilancia, son evidencia de un sistema de seguridad fallido que deja a la comunidad desprotegida. Esto se ve reflejado en los dos últimos meses, donde el distrito registro casos alarmantes de homicidios, heridos de bala y heridos de arma blanca, lo que subraya la urgente necesidad de acción.
Es imperativo que se tomen medidas inmediatas y efectivas para abordar esta crisis en Hurlingham. La seguridad no puede ser negociable ni postergada, es un derecho fundamental que debe ser garantizado para todos los vecinos del distrito.