El intendente de Hurlingham, Damián Selci, enfrenta un panorama desolador en cuanto a su imagen pública. Según un reciente informe de CB Consultora de Opinión Pública, en agosto de 2024, el mandatario camporista vio un drástico desplome en su popularidad, con un perfil negativo del 54%. Este dato lo ubica entre los seis peores intendentes del Conurbano Bonaerense, un puesto alarmante para quien llegó al poder con grandes promesas de cambio.
La situación de Selci se agravó notablemente desde febrero, cuando su imagen positiva se situaba en un 51,1%. Sin embargo, en pocos meses cayó a un preocupante 41,3%, revelando un creciente descontento entre los vecinos de Hurlingham, quienes manifiestan su frustración por la incapacidad del intendente para gestionar problemas urgentes del distrito como la inseguridad, la salud pública y la educación.
A esta crisis de imagen se suma un nuevo golpe: la figura del jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner, quien tiene una imagen negativa del 69,6% en el municipio, una señal clara del agotamiento de la paciencia de los vecinos con el aparato político que controla la gestión local. La Cámpora ve cómo su popularidad se desploma día tras día, en medio de denuncias de corrupción que alimentan el malestar social.
El último escándalo que sacudió a Hurlingham expone la presunta existencia de un esquema fraudulento que involucra a Selci, La Cámpora y el PAMI local y nacional. De acuerdo con denuncias, se habrían creado talleres "fantasma" con el objetivo de desviar millones de pesos que debían destinarse a actividades recreativas y educativas para los adultos mayores y que, en cambio, habrían sido utilizados para financiar la campaña política del 2023. María Eugenia Methol, ex delegada del PAMI Hurlingham y actual funcionaria de Selci, junto a Valeria Zalazar, ex jefa del PAMI Morón, están cerca de ser imputadas por estafa a los jubilados. Además, Methol estaría próxima a presentar su renuncia a la Municipalidad de Hurlingham debido a la investigación judicial en su contra.
En contraste, el ex intendente Juan Zabaleta mantiene una creciente imagen positiva del 50,5%, lo que refleja que parte de la población aún valora su gestión previa. Zabaleta emerge como una figura política con mayor aceptación entre los vecinos, quienes lo ven como una opción de estabilidad frente a los escándalos e ineficiencia que marcaron la actual gestión en Hurlingham.
El desmoronamiento de la imagen de Selci y La Cámpora refleja el hartazgo de los hurlinguenses frente a una administración que, en lugar de resolver los problemas del distrito, parece más preocupada en mantener el control político y desviar fondos públicos para fines partidarios.
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