En lo que va de la gestión del intendente camporista de Hurlingham, Damián Selci, la inseguridad en el distrito avanza sin control y ya son seis los homicidios por hechos delictivos con aparente tinte narco desde que La Cámpora llegó al poder. El más reciente ocurrió este fin de semana al costado de las vías del tren de William Morris, donde Ezequiel Buera, de 15 años, fue brutalmente asesinado de tres disparos tras una discusión relacionada con la inseguridad y la venta de drogas.
Mientras el Centro de Monitoreo se muestra sin personal, el historial de violencia en Hurlingham continúa creciendo alarmantemente. Nayla Priscila Acosta fue asesinada el 30 de diciembre de 2024 al quedar en medio de un tiroteo narco en las calles Cellini y Menéndez. Andrés Alejandro Czidenski perdió la vida el 19 de marzo de 2024 durante un robo mientras trabajaba para Edenor en Padereswki y Amberes. Santiago Billalva fue abatido el 23 de marzo de 2024 después de que le robaran dinero y un celular en Solís y Vergara, otro crimen aparentemente ligado a bandas narcos. El joven Juan Ignacio “Nachito” Figueroa, de solo 15 años, fue asesinado el 4 de abril de 2024 en Manuel Pedraza y Nisa.
Finalmente, el 15 de junio de 2024, un sujeto apodado “El Chili” fue asesinado en Tigre y Valdez por lo que sería una venganza tras la muerte de Billalva. Los robos y asesinatos se convirtieron en una constante diaria para los vecinos, quienes denuncian que la zona está "liberada", sin presencia policial y controles efectivos. Este sentimiento de abandono se ve agravado además por la falta de mantenimiento de las luminarias, que llevan seis meses sin ser arregladas dejando decenas de cuadras a oscuras.
En el barrio Parque Quirno, la inseguridad quedó registrada en las cámaras de seguridad de un domicilio, donde esta semana dos delincuentes armados intentaron robar un auto a plena luz del día. Al no lograr su objetivo, huyeron efectuando disparos al aire desde una moto. Karina, una vecina de esa misma cuadra, expresó su desesperación: “Es la cuarta vez que roban en la puerta de mi casa, ya no tengo ganas de vivir en Hurlingham porque lo que está pasando es muy triste”.
Las redes sociales se inundaron de denuncias y pedidos de seguridad dirigidos al intendente Selci, donde los vecinos critican la inacción de las autoridades y exigen respuestas concretas. La situación en Hurlingham refleja un claro problema de gestión que está dejando una marca indeleble en la vida de los hurlinghenses, quienes claman por un cambio urgente en las políticas de seguridad antes de que se cobre la vida de más vecinos.