Nuevamente la escuela primaria 49 de Moreno, es noticia; el 2 de agosto de 2018, pasó a la historia como la tragedia más grande ocurrida en un colegio público del país. Una fuga de gas no controlada, provocó la explosión del establecimiento, matando a la directora del lugar y a un auxiliar.

De allí en más el inmediato aviso a Roberto Baradel, por aquel entonces titular del sindicato comunista SUTEBA, que apenas en una hora y media se encontraba frente a la escuela, continuando con su trabajo de demolición política de la ex gobernadora María Eugenia Vidal.

Dio la casualidad que en ese mismo lugar trabaja un militante de izquierda llamado Hernán Pustilnik (su hermana conduce SUTEBA Moreno), fue el que dio aviso a Baradel para dar inicio de la trágica parodia, que continuaba con otro famoso caso que alcanzo los medios nacionales; se trata de la auxiliar Corina De Bonis, (panza rallada) que denunciara tiempo después el secuestro y la tortura cuando se dirigía a su domicilio desde el CEC 801 de Villa Anita.

Tiempo más tarde se supo que De Bonis, padecía alteraciones psiquiátricas, y habría sido manipulada por activistas locales, como Valeria Ferreira (docente), hoy Delegada municipal y SUTEBA. Veníamos de más de 70 días de paros el año anterior, producto del mismo objetivo: deteriorar a Vidal, y para ello se utilizaban dos medios; el terror; a través de las amenazas telefónicas con el aviso de explosivos dentro de las escuelas y las discusiones salariales para el sector, en las que Baradel siempre se mostraba disconforme.

La explosión de la 49, marcó un antes y un después para el ámbito educativo morenense. El Consejo Escolar ya se encontraba intervenido, debido al inicio de causas por defraudación pública con malversación de caudales públicos en reiteradas oportunidades (actualmente se encuentran elevadas a juicio oral a realizarse el año entrante).

Obviamente la tragedia se convirtió en la nave insignia de la militancia de izquierda, profundamente enquistada dentro de la paupérrima educación pública del conurbano, y especialmente en Moreno, tarea desplegada pacientemente desde los Centros de formación docente, adoctrinado a generaciones de “caídos del sistema”, que tomaban el ejercicio de la docencia como de rápida salida laboral.

Hoy la historia vuelve a repetirse en la 49, un nuevo escape de gas, encendió nuevamente las alarmas dentro del colegio, varios de los niños que allí concurren, presentaron síntomas de intoxicación, incluso antes del suceso del viernes pasado, en donde se produjo una llamarada en una hornalla de la cocina, supuestamente cerrada.

El silencio es pasmoso en la localidad, ni Mariel Fernández (que lloro en el lugar, en el primer aniversario a partir de su asunción como Intendente), ni los Baradel, ni los Pustilnik, ni los Díaz, ni los Cattaneo de la vida; emitieron palabra alguna.

Todos olvidaron el pensamiento de un tal Karl Marx, que alguna vez sentenció que “la historia se repite dos veces, la primera como tragedia, la segunda como farsa”.