El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, y su par bonaerense, Sergio Berni se reunieron por primera vez después de la crisis por hechos de inseguridad que sacudió a la Provincia de Buenos Aires, y en medio de la tensión política entre el presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof por los reclamos por el envío de fuerzas federales.
Si bien la agenda es abierta, los principales temas sobre los que dialogarán serán el brutal asesinato del chofer de la línea 620 Daniel Barrientos y la llegada de más gendarmes y prefectos a municipios, sobre todo del Gran Buenos Aires.
Sergio Berni y Aníbal Fernández, cara a cara tras los encontronazos por la inseguridad en el conurbano https://t.co/xvpQEfmm14
— TN - Todo Noticias (@todonoticias) April 11, 2023
Los ministros se vieron a solas y dejaron de lado las diferencias personales que los enfrentaron mediáticamente en los últimos tiempos. La charla se dio en un aparte del cónclave al que asistieron los secretarios de seguridad de las alcaldías, en el que la idea era darle forma a lo que ya se resolvió la semana pasada, pero sin la presencia de los ministros: el despliegue de efectivos de fuerzas federales a través de los Comandos Unificados Conurbano (CUC).
Según le explicaron a este medio desde la cartera de Fernández: “Son cinco centros operativos que contendrán a todos los municipios del Gran Buenos Aires, cuyas cabeceras estarán ubicadas en La Matanza, La Plata, Pilar, Tigre, y Avellaneda”.
Al salir del encuentro, Berni habló con la prensa y señaló que su distrito “necesita imperiosamente un refuerzo por parte de las fuerzas federales”, por lo que ahora hay que instrumentar los mecanismos tecnológicos para poder implementar la colaboración. “Es una provincia 1.800 veces más grande que la Ciudad de Buenos Aires”, remarcó el ministro de Kicillof, que se mostró satisfecho con el resultado de la charla: “Hay una fuerte decisión de apoyar con recursos humanos la provincia de Buenos Aires y bienvenido sea”.
De todos modos, el funcionario aclaró que esto es mucho más que una cuestión de números: “Ustedes creen que si mañana el gobierno nacional dice, ‘vamos a poner 100 mil gendarmes en la PBA, ¿se terminaron los problemas de inseguridad? No, porque esto no se resuelve con un policía más o uno menos. Lo que necesitamos, además de un refuerzo, es que aquellos sectores del Etado que tienen responsabilidad en la construcción de seguridad ciudadana dejen de mirar hacia un costado; por ejemplo, es imposible si los detenidos no quedan detenidos”.
La discusión por la seguridad
Si bien Aníbal Fernández hizo referencia al CUC después de la crisis de inseguridad que se reavivó en la provincia gobernada por Kicillof por el crimen del colectivero, este comando unificado fue planificado a fines del mes pasado, después de que varios intendentes, entre ellos el matancero Fernando Espinoza, solicitaran más gendarmes.
La solicitud la habían realizado sin pasar por las autoridades provinciales. El intendente de La Matanza, inclusive, había hablado en persona con Alberto Fernández para conseguir mayor cobertura de las fuerzas de seguridad y se le otorgaron mil hombres y mujeres de gendarmería, un hecho que publicitó a través de cartelería pública.
El crimen del colectivero Barrientos -por el hecho hay cuatro detenidos- y la disputa por el envío de más fuerzas de seguridad al conurbano volvió a dejar al desnudo la fuerte disputa entre nación y provincia. El mismo día que velaban los restos del trabajador y sus compañeros realizaban un ceses de actividades, Aníbal Fernández aseguró que Kicillof, quien buscará su reelección, desconoce lo que sucede en materia de seguridad en su territorio y precisó que Berni no le responde los mensajes.
“No hay novela, soy amigo desde hace muchos años con Berni y yo le tenía prohibido hablar con las fuerzas federales. No tengo un concepto módico de la autoridad, en los lugares donde yo trabajo, las decisiones las tomo siempre yo”, declaró el funcionario de Alberto Fernández. Hacía referencia a las críticas de su par bonaerense sobre la descoordinación de las fuerzas federales con la policía bonaerense.
Fernández sí reaccionó a favor de Berni luego de que este fuese duramente golpeado por colectiveros furiosos que le provocaron fractura de maxilar, además de contusiones en la cabeza y en la cara. “Es una locura lo que le hicieron, lo rechazo enfáticamente, es un despropósito, ¿qué responsabilidad tiene él? Es una locura”, le dijo el ministro nacional a Infobae al ser consultado.
Para Fernández, endilgarle la responsabilidad del crimen al ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires es injusto: “No le podés cargar un hecho determinado a una autoridad que reacciona en función de las capacidades que tiene. La Provincia es grande, no se arregla tan fácilmente. No estoy de acuerdo con las reacciones violentas, lo primero que hay que hacer es no aceptar que 20 tipos agredan así a un funcionario”.
Después de eso, Fernández se mostró impiadoso con la administración bonaerense. Apuntó directamente al gobernador: “Él -por Axel Kicillof- dice una cosa que lo muestra como un profundo desconocedor de lo que sucede. Nosotros estamos tratando de tener 6 mil hombres en la Provincia´. Hay más de 6 mil repartidos en todos los distritos desde hace un buen tiempo, con lo cual él desconoce lo que está sucediendo y lo que estamos haciendo desde fines de 2021, que fue la presencia en todas las estaciones en donde bajamos el delito a un número importantísimo”, disparó.
Si bien Fernández recuerda en cada entrevista que es “amigo de Berni” y que se conocen desde hace años, la relación entre ambos pasa por un mal momento. “Hablé, no sé si tanto, el día que pasó esto -por los golpes que sufrió-. Le escribí nueve veces y no me respondió. Hice captura la pantalla, se la envié y le dije: ‘Che, si no tenés ganas de hablar, no hables; listo, hacé lo que quieras’”. La disputa entre Berni y Fernández es el fiel reflejo que existe entre Nación y la provincia de Buenos Aires.
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