Cuando Agustina Blanco llevó a su hijo, Santino Godoy Blanco, de 4 años, con un cuadro de fiebre y vómitos al Hospital Larcade de San Miguel el pasado miércoles, jamás imaginó el desesperante calvario que tuvo que transitar y que derivó en la muerte del nene. Hoy, ella y su familia denuncian por mala praxis al establecimiento médico.

La joven madre contó que en la guardia, los médicos le dijeron que "tenía un cuadro de laringitis que era viral" y que la enviaron a casa. Le alertaron que podía continuar con la temperatura alta. Y así fue: la temperatura nunca bajó y continuó con más vómitos. "Vomitaba el remedio y no quería comer", reveló, por lo que salieron de su domicilio en Bella Vista y volvieron al centro asistencial.

Allí, a Santino le inyectaron Reliveran y le hicieron análisis de orina. "Nos dan los resultados y nos dicen que no tenía infección urinaria. Como él ya tenía la vía puesta les pedí un análisis de sangre y me dijeron que no, que seguramente era una gastroenteritis que cuando terminaran de pasarle el suero nos podíamos ir”, contó.

Dos horas después, volvieron a darle el alta médica y la madre cuestionó la decisión. «Le dije a la doctora que estaba muy débil, pero no me escuchó y me dijo que tenía broncoespasmos, que me quede tranquila que seguro una meningitis no era». Sin embargo, en su hogar detectó que al menor le costaba saturar el oxígeno y volvió a llevarlo al Hospital Larcade.

"Le dije: ‘si acá ves algo en Santino que no se puede hacer, decime que me están esperando afuera para ir al Hospital de Niños porque lo veo muy mal”, recordó Agustina. Apuntó, en tal sentido, que la médica dio una orden para que lo asistieran con oxígeno durante una hora, pero no vio reacción en el personal del hospital. "Estuve esperando diez minutos, yo tuve que ir a buscar a la enfermera que tenia el papel enfrente de ella, le pedí que por favor venga a ponérselo. Estuvimos una hora con Santi y empezó delirar porque me pedía que lo acueste en su cama, que lo lleve al sillón, se sacaba la mascarita de oxigeno para darme besos porque ya no podía hablar".