Un caso de violencia política por motivos de género conmueve a la comunidad de la localidad bonaerense de Rauch, en la que una directora de un Hospital Público fue separada de su cargo y un concejal quedó en la mira no sólo de ella sino de otras mujeres.

La víctima se llama Antonella Volpe Onreita, quien tiene 39 años y que entre 2020 y 2022 fue directora del Hospital Geriátrico Pironio.

En diciembre del año pasado Volpe Onreita renunció al cargo, víctima de violencia política, ejercida por Diego Grieco, de 50 años; un edil de Rauch por el Frente de Todos, el que actualmente se encuentra de licencia.

La abogada Moira Goldenhörn, especializada en género y radicada en Azul, quien participa del patrocinio de Volpe Onreita y otra denunciante, habló con la agencia NOVA y explicó los padecimientos de Antonela desde que decidió denunciar.

La letrada manifestó las dificultades procedimentales en los casos con elementos de género en general y explicó que, en el caso de Volpe Onreita la denuncia menciona violencias de diversas modalidades y tipos además de la política, y viene siendo ejercida de varias formas; lo cual complejiza el escenario judicial que de por sí tiene procedimientos engorrosos por las distancias y la falta de perspectiva de género en los abordajes, e incluso el escaso personal capacitado en estas cuestiones.

La letrada explicó que parte de los hechos denunciados se refieren a que Grieco, sin ostentar el cargo de jefe de Recursos Humanos del nosocomio, actuaba como sí lo fuera, habiendo aparentemente ejercido presión sobre varias empleadas; dos de las cuales son hasta el momento denunciantes en su contra.

La abogada explicó que,, como es de público conocimiento, Grieco ocupa un cargo destacado en la agrupación política La Cámpora de la localidad de Rauch y que, por esa razón, aparentemente, confundió los roles laborales y políticos y ejerció violencia sobre Antonela en el Hospital presionando hasta hacerla renunciar, sin que medien causales fácticas que motiven una solicitud de renuncia y aún contando Antonela con el respaldo del personal del nosocomio en cuanto la calidad de su gestión. Cabe destacar que Antonela participaba también en La Cámpora.

Es destacable también que el desplazamiento efectivo de Volpe Onreita se produjo luego que ella denunciara los hechos de violencia ante la comisaría de la mujer y la familia de Rauch, actuaciones que, luego de pasar por el Juzgado de Paz de Rauch se encuentran tramitando en el juzgado Contencioso Administrativo Nro 1 de Azul.

Ante la existencia de la denuncia, el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires se mostró atento y se mantuvo al tanto de los detalles, actuando conforme sus obligaciones y a disposición de las víctimas y sus letradas en todo momento.

Mientras la justicia de paz local impuso una medida cautelar de prohibición de acercamiento, que continúa vigente, las abogadas intentan ahora que tome cartas en el asunto la justicia penal por la gravedad de algunos de los hechos denunciados.

En tanto, en el Ministerio de Salud de la Provincia se estaría avanzando con sumarios administrativos y las representantes de Antonela quieren saber sobre sus estados.

Tras la denuncia de Antonela, otras tres mujeres también denunciaron a Grieco, pero ellas prefieren no identificarse por temor a represalias. Por su parte, Grieco cruzó a Antonela con una denuncia de violencia institucional, la que fue oportunamente descartada por la justicia.

Los días pasan y la situación laboral de Volpe Onreita es una incertidumbre. Ella tiene que concurrir al hospital y sufre hostigamiento por los directivos actuales, mientras Grieco es dispensado de dicha concurrencia.

Es que la subdirectora asociada del nosocomio es la esposa de Grieco y las nuevas autoridades responderían políticamente al concejal.