Pese al transitorio alivio otorgado por el relanzamiento del “dólar agro”, que produjo una liquidación de divisas en cifras que sorprendieron al propio Gobierno, las reservas del Banco Central han sido embatidas desde todos los flancos en los últimos meses. En términos brutos, se encuentran en mínimos históricos, casi habiendo roto el piso de USD 24.000 millones en el transcurso de la última semana.
Según estimaciones de los privados, las reservas netas son negativas en USD 10.000 millones. Cabe recordar que la diferencia entre reservas brutas y netas es que las primeras incluyen todos los activos internacionales, sin deducir deudas u obligaciones a pagar, mientras que las reservas netas refieren a las reservas efectivamente disponibles para respaldar la economía, restándoles las obligaciones que deban cumplirse.
De acuerdo con Consultatio: “A todas luces, la presión sobre las reservas está al máximo, con las netas alcanzando los -US$10.000 millones. Los cartuchos para intervenir se están agotando, y el mercado se pone nervioso: el contado con liquidación saltó 6% en la última semana”. Por otra parte, la consultora Equilibra, que coincide con el diagnóstico, brinda algo de alivio, al resaltar que, en la próxima semana, se podría sumar a las reservas netas una parte de los USD 7.500 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG) que enviará el FMI antes de fin de agosto.
Si bien el BCRA pudo comprar divisas después de la entrada en vigencia del dólar agro, acumulando un total de USD 1.270 millones desde esa fecha, ese cambio de tendencia no basta para cubrir los huecos. En este sentido, parece de muy difícil cumplimiento el punto del reciente acuerdo con el FMI, que pide a la Argentina que acumule reservas netas por USD 1.000 millones para fin de año.
“Incluso asumiendo que el nuevo dólar agro continúa a este ritmo, y con una nueva edición orientada a la soja que el mercado ya descuenta, los flujos no alcanzan para que las reservas netas vuelvan a terreno positivo. Ya estando en zona desconocida, el 2023 cerraría con una caída de reservas netas de US$18.190 millones, lo que implica terminar el año electoral en un nivel cercano a los US$7300 millones negativos, incluso por debajo del mínimo histórico registrado en la transición presidencial de 2015”, sostuvieron los especialistas de Consultatio.
Se cree que la variable de ajuste serán las importaciones, para poder acercarse a las metas acordadas con el Fondo. “Esperamos que haya una contracción de las importaciones de 14% interanual en el lapso agosto-diciembre compatible con una caída de la actividad del 3% interanual en dicho período”, proyectó Equilibra. En las últimas semanas, varias empresas denunciaron que experimentaron trabas para la importación.