En un despliegue de lo que parece ser más una estrategia de marketing político que una verdadera mejora en la seguridad pública, el intendente camporista de Hurlingham, Damián Selci, inauguró esta semana una "nueva" base operativa del Comando de Patrullas en el cruce de Paso Morales y Uspallata, en William Morris. Sin embargo, la misma no es más que una reubicación de la que ya funcionaba en la Comisaría 1º del distrito.
La flamante base operativa se encuentra a tan solo cinco minutos de su ubicación anterior, el traslado parece un movimiento superficial, cuyo objetivo principal sería ofrecer a Selci una oportunidad para aparecer en los titulares y proyectar una imagen de gestor eficiente preocupado por la seguridad del distrito.
Los vecinos de Hurlingham, quienes enfrentan día a día los problemas de inseguridad, no obtienen ningún beneficio tangible de este cambio de localización. Es simplemente un cambio de escenario, que no resuelve las problemáticas de fondo y se preguntan si están siendo testigos de un genuino avance o simplemente de otro espectáculo político del cual los tiene acostumbrados La Cámpora local.
Esta movida lleva a cuestionar las prioridades del intendente y su administración. El espectáculo mediático en torno a la inauguración también resalta una peligrosa tendencia en la política de Selci de usar recursos públicos para fines propagandísticos. La utilización de anuncios grandilocuentes para cubrir la falta de acciones concretas.
La "inauguración" de la base operativa se anunció con bombos y platillos, mientras que los problemas reales de seguridad en Hurlingham siguen sin resolverse, con un intendente que parece estar más interesado en la imagen pública que en resolver los problemas reales del distrito.