Personas privadas de libertad de una cárcel bonaerense de Lisandro Olmos elaboraron libros sensoriales y juguetes didácticos que fueron entregados al Jardín de Infantes número 992 de la localidad de Abasto, en el partido de La Plata.

La experiencia de servicio comunitario se desarrolló en la Unidad 26 del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y contó con el apoyo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, conducido por Juan Martín Mena.

El material utilizado para la confección de los elementos provino del Polo Industrial de la Unidad 1 de Lisandro Olmos y las telas fueron entregadas por Arredo.

El emprendimiento se originó a partir de una iniciativa de Laura Morales quien se encuentra a cargo de la oficina de Inclusión Social, y la coordinadora de Formación Técnica y Oficios del establecimiento penitenciario, Noelia Melo.

A través de la implementación del curso “Jugando a aprender”, las personas privadas de su libertad fueron capacitadas en la fabricación de herramientas de aprendizaje lúdico/sensorial como rompecabezas, juegos de memoria, cocinas de madera, cunitas, libros sensoriales, etc.

“Este regalo lo hacemos con mucho cariño y agradecidos de ser parte de esta acción solidaria. Esperamos poder hacer más cosas pronto”, destacó, Daniel, uno de los participantes del curso.

“Este tipo de acciones a favor de la comunidad se logran trabajando en equipo con la finalidad de ayudar al otro. Materializar este acto solidario nos incentiva a continuar por este camino de la responsabilidad social”, señaló por su parte la directora de la Unidad 26, Érica Pérez Cornelio.

Por otro lado, la directora del Jardín de Infantes número 992, Ana Laura Pérez Blatter, resaltó que “ya empezamos a trabajar con los nenes utilizando esos materiales. Estoy sorprendida porque, si bien esperaba cosas lindas, la calidad del trabajo realizado superó nuestras expectativas y será sumamente beneficioso”.

En el acto de entrega de los juegos didácticos y libros sensoriales se contó con la presencia de Érica Pérez Cornelio, Noelia Melo y la profesora de educación física Melina Zaniratto.