Mauricio Macri les dice a los empresarios que él mismo le armará el gobierno a Patricia Bullrich si es electa presidenta, para calmarlos ante la incertidumbre que les genera la rivalidad con Horacio Rodríguez Larreta, y dejando en claro que, a pesar de no presentarse, su figura de titiritero está intacta.

Algunos empresarios se preocupan cuando escuchan a la ex ministra de Seguridad hablar de economía. En público, Bullrich prefiere referirse a temas como la seguridad y el narcotráfico y evita el detalle sobre lo que haría con la descalabrada economía argentina.

Pero lo curioso es que también lo hace en privado, como la semana pasada, cuando les dijo a empresarios en el Hotel Llao Llao que el país necesita el envío de fondos frescos del FMI, luego de que desde el Gobierno denunciaran que tres economistas del PRO habrían intercedido ante el organismo para que no apruebe nuevos desembolsos. 

La falta de precisiones de Bullrich llamó la atención de pesos pesados del Círculo Rojo, que le fueron con el cuento a Macri. "Tranquilos, el gabinete lo estoy armando yo y el plan también", les dijo el ex presidente, ya volcado por completo a la candidatura de Bullrich en la interna contra Larreta. 

"Algo va a pedir", reconocieron en el entorno de Bullrich pero aclararon que todavía no hubo conversaciones respecto de quiénes integrarán el gabinete. En especial en Economía. "No hubo ningún pedido especial", dijeron las fuentes. Pero la situación es tan evidente que Luciano Laspina, economista de cabecera de Bullrich, hace malabares para tratar de explicar los conceptos económicos de su jefa.

En el bullrichismo le bajan el tono al tema y hablan de concentrarse en ganar la interna antes de empezar a lotear al gabinete. Pero a modo de advertencia, dicen que Macri hará equilibrio y no se pasará de la raya.

 "Nadie quiere terminar como Duhalde con Kirchner", señalan, recordando que a poco de iniciar su mandato Kirchner empezó a tensionar con Duhalde, que lo había ungido candidato y en las primeras elecciones legislativas lo enfrentó con Cristina en la provincia y barrió con su estructura política.