En un partido intenso y con muchas emociones, Newell’s igualó 1 a 1 con Colón en Santa Fe y volvió a sumar de visitante tras dos derrotas. El paraguayo Recalde fue el autor del empate y un par de minutos después, Lucas Hoyos evitó el 1-2 tapando un penal en forma majestuosa.

El partido fue de ida y vuelta de principio a fin. La primera clara llegó sobre los 10’ cuando Recalde recibió de Sordo y quedó mano a mano con Ignacio Chicco pero definió al cuerpo del arquero Sabalero que despejó el peligro.

Tres minutos más tarde contestó Colón con un mano a mano que resolvió Ditta enviando el balón al córner, pero de ese saque de esquina Joaquín Ibáñez ganó fácil en el área y metió un soberbio cabezazo para abrir el marcador.

El partido luego cayó en una meseta hasta los 38’ cuando Newell’s tuvo el empate en los pies de Aguirre que remató desviado luego de una buena maniobra de Ferreira bien continuada por Sordo. El local contestó enseguida a través de Benítez que remató algo defectuoso entrando solo por el medio y Ditta terminó salvando nuevamente su valla. Antes del descanso Pitton tuvo el empate con un disparo ingresando al área, pero Chicco lo evitó.

En el complemento, Colón tuvo dos chances para aumentar: un mano a mano que falló Benítez tras un error de cálculo de Ditta y un remate de Arrúa que se estrelló en el palo.

Pero bien dicen en el fútbol que los goles que se fallan en el arco rival se sufren en el propio: a los 23’ Bruno Pitton metió un centro perfecto para la cabeza de Recalde que la puso contra un palo. 1 a 1.

Un par de minutos más tarde pareció que se venía la noche nuevamente para La Lepra tras un torpe penal del recién ingresado Pablo Pérez. Pero Hoyos se hizo gigante ante el Conejo Benítez y mantuvo la igualdad.

El partido siguió con el mismo ritmo e intensidad hasta el cierre. Por las ocasiones y los momentos, la sensación fue que el empate fue lo más justo. Y Newell’s, teniendo en cuenta que jugó afuera del Coloso, que empezó abajo en el marcado. y que venía de ganar en la fecha anterior, lo terminó viendo con buenos ojos