Apenas 10 días después de ser suspendido de manera provisional por la Federación Internacional de Atletismo (World Athletics), Mo Katir fue sancionado este viernes con dos años de inhabilitación, el castigo máximo posible por saltarse tres controles antidopaje. La sanción abarca desde el 7 de febrero de 2024, el día que se le abrió el expediente, hasta el 6 de febrero de 2026 y, aunque el subcampeón mundial de los 5.000 metros aún puede recurrir ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo de Lausana (TAS), supone su adiós a los Juegos de París de este verano.
En un primer instante, Katir anunció que alegaría y que reclamaría medidas cautelares para poder competir en la cita olímpica, pero finalmente renunciará a hacerlo. La anunciada oposición de la Federación Española de Atletismo (RFEA) a convocarle con un caso abierto -incluso con una cautelar bajo el brazo- complicaba mucho su camino. El atleta debía convencer a la World Athletics de levantarle el castigo temporalmente y luego recurrir a la Justicia ordinaria para que la RFEA lo llevara a París. Difícil conseguirlo, imposible hacerlo a tiempo.
"Analizando fríamente los largos procesos de los diferentes recursos que podría presentar [...] me veo abocado a asumir la sanción y así poder empezar a cumplirla cuanto antes", aceptaba Katir este viernes en un comunicado en el que cambió su línea de defensa. Si en un primer momento anunciaba errores del sistema ADAMS, el programa que localiza a los atletas cada día del año, esta vez aceptaba su culpa: "Este problema ha venido motivado porque soy una persona muy despistada". El mediofondista alega que en uno de sus tres 'warnings' no envío el email a la persona indicada y que en otro no le dio tiempo a llegar a casa en los 60 minutos de margen que conceden los médicos antidopaje.
Sin poder seguir el ejemplo de Adel Mechaal, el mediofondista español que fue suspendido por lo mismo, pero compitió con cautelares, ahora Katir intentará rebajar su pena como hizo el velocista estadounidense Christian Coleman en 2021. Como le ocurrirá al español, se perdió unos Juegos Olímpicos, pero después su recurso funcionó y pudo correr en la temporada siguiente. Con esa estrategia, Katir podría aspirar a regresar para el Mundial de Tokio 2025 y defender así su plata en los 5.000 metros.
Si lo consigue no perderá su carrera deportiva, pese a lo ocurrido. De hecho, Katir no ha perdido su beca para seguir viviendo y entrenando en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sierra Nevada y su patrocinio de Asics. Hasta ahora referencia de la selección español, el dos veces medallista mundial sí ha perdido la confianza de sus compañeros, muchos de los cuales le señalaron en cuanto se supo su sanción. El propio Katir amenazó a través de redes sociales con abandonar España y representar a su país de origen, Marruecos, aunque desde su entorno aseguran que sólo fue un calentón.