La caradurez con la que se maneja la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires parece no tener límites. Mientras un docente bonaerense cobra de sueldo básico $22.300, Agustina Vila aprobó la compra de 12 puertas antipánico para el edificio que la cartera tiene en La Plata. Antes de irse al Gabinete de Axel Kicillof, la directora firmó el pliego para la adquisición de las aberturas, por un presupuesto de $5.340.000.
Fue a través de una “Contratación Menor” (según ellos 5 millones de pesos es una compra mínima) para instalar puertas nuevas en los pisos 9, 10, 11, 12, 13 y 14 de la Torre Administrativa I, situada en Calle 12 y 51, dependiente de la Dirección General de Cultura y Educación, y fueron solicitadas por la Subsecretaría de Administración y Recursos Humanos.
En cuanto a las especificaciones técnicas, las puertas deben ser de aluminio natural mate, o anodizado para los bastidores perimetrales; con vidrio laminado de 3+3; lámina de aluminio de 1,2 milímetros, marco de 120 milímetro con dispositivos y cerraduras anti pánico provisto de barrales de emergencia en ambas hojas de la puerta para facilitar y garantizar la apertura de la misma. Instalación de cierrapuertas de piso tipo hidráulicos en ambas hojas de la puerta.
Según pudo saber este medio, la abertura más cara de este tipo cuesta alrededor de $150.000, y la más económica $50.000. Lo que presupuestó Vila es cinco veces más de lo que se podría gastar de manera particular, pero como es dinero del Estado, lo terminan pagando los bonaerenses.
No sólo que el monto es alto, sino autoridad administrativa contratante estará facultada para ampliar el contrato hasta en un veinticinco por ciento (25%), en función del “incremento en la necesidad de puertas de ingreso y de emergencia para las áreas destino de la presente contratación, o bien para futuros planes de readecuación de los cuales surjan iguales necesidades”, según se detalla en el pliego.
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