Alejandro Marmo se conoce con el Papa Francisco desde el año 1997, en momentos que trabajaba en un Cristo obrero para la parroquia del mismo nombre en Villa Soldati, no es el tema sobre el cual vamos a posar nuestra mirada.

El buscador de desechos, como lo suele llamar Bergoglio; saltó a la fama en 2011 a partir del decreto de CFK, que autorizó a colocar las imágenes de Eva Duarte sobre el edificio de Obras Públicas en pleno 9 de Julio. La obra de neto corte ideológico fue realizada en acero corten a instancias del pope peronista y financiada vaya a saber de qué presupuesto; y no por nada instalado en la mole símbolo máximo de la corrupción kirchnerista.

A partir de la asunción de Francisco, Marmo fue recibido en el Vaticano infinidad de veces; la afinidad entre ellos se afianzaba y el artista pasaba a ser único autor viviente que asentara sus obras en los Museos Vaticanos. Llamativamente en 2016, ingresa a esta historia Gustavo Menéndez (actual presidente del grupo BAPRO). En ese año el alcalde visita por primera vez al Papa y en una lograda escena forzada, habla informalmente con quien ha renunciado a ser vicario de cristo hace tan solo unos años.

Se pierde un poco el rastro de la relación Marmo/Menéndez, lo único que podemos aseverar es que en abril del año mencionado Menéndez viaja a Roma y en agosto se encuentra oficialmente con el artista por primera vez. Casualmente es además la época en la que Marmo muda su atelier desde Tres de Febrero al Parque Industrial de Pilar.

A partir de allí el émulo del fallecido Regazzoni aceleró las entregas de la obra El ABRAZO a establecimientos educativos, hospitales y otras dependencias públicas; auspiciado tácitamente por el Obispado Merlo-Moreno y acompañado la mayoría de las veces por Menéndez, condenado recientemente por defraudación al estado, en primera instancia.

La primera imagen fue presentada en el aeropuerto de Fiumicino de Roma y obviamente Bergoglio tuvo mucha incidencia en ello. El contorno de hierro, muestra a una mujer embarazada en estado avanzado con un niño en brazos; en otras reproducciones muta a dos figuras humanas entrelazadas.

Una réplica llegó a Moreno el 13 de junio de 2021 en medio de una cuarentena prolongada, el lugar elegido para su emplazamiento fue la Maternidad provincial Carlotto situada en Trujui, varias veces inaugurada y aún hoy, con escasa actividad producto de la drástica baja de la natalidad en la provincia de Buenos Aires y en el país.

El acto, que pasó sin pena ni gloria, para la gran mayoría de los pobladores de la localidad, más preocupados por la situación de pobreza extrema que los azota; fue llevado adelante por la misma Mariel Fernández y Gustavo Menéndez y a partir de allí los rumores sobre el costo de dicha inauguración no dejaron de correr.

Lo cierto es que al día que estamos escribiendo esta nota, no pudimos dar con la fuente de financiación de la obra y su posterior instalación, visiblemente desubicada para los tiempos de austeridad que vive el país, la provincia y especialmente el municipio de Moreno.

Más aún si el coste de la misma fue solventado desde las arcas públicas; descartando por completo que haya salido del bolsillo de los Alcaldes intervinientes.