“Nunca dije que era pobre ni millonaria... ojalá fuera millonaria, ojalá!!!”, lanzó Romina Uhrig en una entrevista televisiva. La ex diputada recorre por estas horas los programas de televisión tras su paso por el fenómeno de Gran Hermano. En cada intervención, debe dar explicaciones por su patrimonio. Uhrig está siendo investigada junto a su marido, el ex intendente de Moreno Walter Festa, por supuesto enriquecimiento ilícito. La Justicia sospecha de varias operaciones inmobiliarias desplegadas en la provincia de Buenos Aires y en Salta. Los números que no cierran.

La causa judicial se inició en 2019, en plena campaña electoral, a raíz de una denuncia anónima. Desde entonces, el fiscal Gabriel López hizo allanamientos y reunió toda la documentación sobre los bienes de Festa y su mujer. Ahora espera el resultado de una pericia que está en manos de la Suprema Corte bonaerense para avanzar con posibles indagatorias.

“Estoy esperando que me convoquen, ya me dan por condenado. Tuve dos casas en La Reja, no arranqué en 2015 (cuando fue electo intendente). Ahorré para construir ladrillo por ladrillo”, se defendió Festa hace dos semanas en una entrevista con Jorge Rial.

Los “ladrillos” de Festa están concentrados en dos barrios privados de la provincia de Buenos Aires y en Cafayate (Salta). También hay sociedades en la mira y algunos vehículos de primera gama.

La mayor inversión del ex intendente de Moreno se concentró en VillaRobles, un barrio privado ubicado en el partido de Costa, muy cerca de Costa Esmeralda, otro refugio para las inversiones de muchos políticos. Villa Robles, fundado por el empresario Raúl Vertúa, detenido en la causa de los cuadernos.