“Entristecete no porque los hombres no te conozcan, sino porque tú no conoces a los hombres”, expresa una frase del filósofo chino Confucio. Un poco de ello es lo que se le debe pasar por la cabeza al presunto operador político Aldo Scozzatti cuando recuerda al actual concejal de Escobar, Roberto Costa.

Hay varios sitios para comenzar a redactar la historia del protagonista en cuestión. Una parte es mediante el presunto lawfare que se le realizó en la Justicia de Mercedes y Zárate-Campana, en dónde se le había proclamado la libertad. Sin embargo, el giro de 180 grados se dio en La Matanza.

El encargado de todo habría sido el abogado Claudio Bavio, secretario general de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, en donde supuestamente es operador jurídico. Además de cumplir un rol similar en el polo del Poder Judicial en Azul y La Matanza.

Asimismo, hay que subrayar que dichas órdenes supuestamente fueron lineales a las órdenes del, por entonces, senador bonaerense Costa, el cual oficiaba como vicepresidente primero del Consejo de la Magistratura bonaerense. Este habría presionado a los jueces, haciendo que la Justicia de Mercedes y Zárate-Campana se mostraran incompetentes ante la causa contra Scozzatti.

También la historia puede comenzar desde mucho más atrás, en donde Scozzatti tuvo que criarse en el Instituto Loreto Patronato de la Infancia (Benavídez, Tigre) hasta los 13 años, cuando se fue a vivir con su abuela.

Sucedió que su madre, Sonia Saracco, una de las fundadoras de la Juventud Peronista (JP), la cual falleció en el año 1975 en lo que fue la guerra civil argentina, en defensa de la revolución. Lo cual llevó a que Scozzatti viviera en un orfanato.

Ya viviendo con su abuela, tuvo como vecino al ya mencionado Costa, con el cual se hicieron muy amigos desde la infancia. Más allá de las raíces peronistas que aún lleva en la piel Scozzatti. Ambos trabajaron en la vinería del ahora concejal de Escobar, vendiendo las recordadas damajuanas de marca “Crotta”.

A partir de allí se fue mermando una historia de amistad llevada a la política, en donde Scozzatti fue elegido como espía y operador exclusivo de Costa. Uno de sus mayores hombres de confianza. Lugar que se mereció.

Ya que, según se pudo saber desde NOVA, el espía de confianza le habría salvado la espalda en dos ocasiones al ahora edil de Escobar. En una primera ocasión, lo salvó al hijo Leandro Costa, hijo del ex miembro del Consejo de la Magistratura bonaerense, en la causa por enriquecimiento ilícito en su contra, la cual llevaba adelante María Romilda Servini de Cubría.

Por otro lado, y con mayor gravedad, la mano que le dio Scozzatti fue impresionante cuando aparatos opositores buscaron plantar cocaína en el auto de Leandro Costa. Pero, al parecer, no fue suficiente.

El ex senador bonaerense por la Unión Cívica Radical (UCR) comenzó una relación estrecha, tras aquellos hechos, con el oscuro Alejandro Patrizio Capurro. El cual se encargó de introducir en el equipo de Costa a su pareja Andrea Paola Sánchez, una reconocida “Mata Hari” en el mundo de la política, según estiman a este medio.

Vale recalcar que anónimos le aseguraron a este portal que está sembrada la duda de por qué Costa decidió traicionar y “entregar” a su persona más fiel y de confianza. ¿No habrá sido que le vendieron pescado podrido para sacar del medio a Scozzatti y acercar a Sánchez?

¿Qué esconderá Scozzatti de Costa? Ya que, el alfil podría hacer que el amo de la Justicia termine detrás de las rejas. Según afirman fuentes oficiales a NOVA, este podría contar información de contratos, remoción y promoción de jueces en polos judiciales. ¿Saldrá a la luz?

¿Por qué calla Scozzatti? El haber comprado en Pilar una petrolera por 2 millones de dólares (cotizada en 25 millones) y no pagar una comisión de 400 mil dólares, no puede Costa poner tras las rejas a semejante alfil. Traicionó a su hombre de mayor confianza.

¿Hablará Scozzatti? ¿Será sobre infidelidades, plata robada del Estado o manejo de damas de compañía? Se verá el próximo lunes en un nuevo capítulo, el cual va armando una serie que podría llegar a Netflix o Amazon, aunque primero hay contacto con editores que planean escribir un libro.

Investigación:

Ulises Catriel Cuenca