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Judiciales
Parte 29

Los secretos de la política y el espionaje: el "lawfare" a Scozzatti y la mano negra de la Justicia

Registro de denuncia ante la OEA.
Registro de denuncia ante la OEA.
Confirmación de la denuncia.
Confirmación de la denuncia.

Los informes sobre la política y el espionaje en Argentina han dejado mucha tela para cortar. Desde registros y pruebas, hasta el entramado de nombres importantes que pretenden manipular los poderes en el país a base de hilos.

Ahora bien, en el marco del “lawfare” hacia el ex operador político y agente de inteligencia, Aldo César Scozzatti, es importante dar desde el inicio. En noviembre del 2018, en República Dominicana él recibió un llamado telefónico de Jorge “Acero” Cali. A partir de allí, se comunicó con el ex senador bonaerense Roberto Costa para preguntarle si lo había mandado él, a lo que respondió: “Te dejo que estoy ocupado”.

De regreso a Argentina, Scozzatti se comunicó con “Acero” Cali y acordaron un encuentro para fin de año. En los primeros días del mes de febrero de 2019, Scozzatti se cruzó con Roberto Costa en las oficinas de Claudio Bavio (secretario general de la Facultad de Lomas de Zamora), en dicha reunión el ex legislador provincial le sentenció: “Si te seguís metiendo en mis asuntos políticos te voy a mandar a matar, desde ya prescindo de todos tus servicios”.

Según le informaron a Buenos Aires Ahora, Scozzatti le respondió: “Lo que estás haciendo está mal. Esto no se les hace a los adversarios políticos, armándoles causas con falsas denuncias con el poder que tenés. A tu cargo de la Justicia”.

La historia no terminó allí

15 días después del hecho anterior, “Acero” Cali (y parte de su gente) se cruzó con el ex operador político. Tras notar su complicidad en la entrega de compañeros, a lo que le sentencia: “Tenés las horas contadas vos”.

A la semana entraron por los techos en su departamento de 25 de Mayo y Viamonte, rompieron la puerta del zoom y bajaron a su casa. Scozzatti tras darse cuenta de todo, salió en la madrugada para buscar ayuda, mientras lo seguían unas tres camionetas.

Una vez pasada toda la escena y logrando sobrevivir, Scozzatti pudo obtener ayuda. El juez federal de Quilmes, amigo suyo, le aconsejó “guardarse” un tiempo, refugiándose unos 3 meses en un departamento de Lomas de Zamora, en la calle Sarmiento al 320, décimo piso.

A fines del año 2019, en el barrio de Puerto Madero (CABA), se le presentó uno de los sicarios de Roberto Costa, se sienta en la mesa de la parrilla en la que se encontraba Scozzatti diciendo: “Estas haciendo mal las cosas, vos trabajas para él, no la contra”. Acto seguido, lo amedrentó con un arma y se fue.

Todo estaba perdido

Scozzatti fue cambiando de residencia, intentando no poner en jaque su vida. 6 meses antes de su detención, fue realizando en diferentes fiscalías del departamento Zarate, Campana y Escobar las correspondientes denuncias de amenazas y atentados sufridos contra su persona.

El 9 de agosto de 2019 Roberto Costa fue denunciado por Guzmán Carrizo y Daniel Crocioli. El ex senador provincial pidió auxilio al fiscal del juicio José Luis Castaño, quien le destraba todos los pormenores en su contra, ya que ocupa el cargo interinamente dejado.

La doctora a cargo de la Fiscalía 1, le archiva la causa demostrando así, el manejo inescrupuloso de la Justicia en dicha jurisdicción, por el doctor Costa. Con el inicio de su persecución política, el ex senador inició una causa ante Scozzatti por “amenaza y extorción en el departamento judicial de Mercedes”, la cual es desestimada, declarándose incompetente, pasando de jurisdicción a sala de Campana, interviniendo la UFI 5.

El atentado contra Scozzatti

Buenos Aires Ahora tuvo la exclusividad de un hecho que rememoró la época en dónde el país estaba sumergido a los pies de la dictadura militar, durante el Proceso de Reorganización Nacional.

Sucedió que en la localidad bonaerense de Ramallo, la familia del operador político y ex agente de inteligencia, Aldo César Scozzatti, recibió un presunto mensaje mafioso. Pero sin emisor alguno que se pueda identificar.

Según se pudieron estimar desde fuentes anónimas de las fuerzas de seguridad, “se trató de un apriete cometido desde los servicios y la corporación judicial claramente”. Y sentenciaron a este portal: “Llegaron a la familia de Scozzatti, asesinando a sus mascotas de guardia. Con la idea de hacer pensar que es él quién resulta ser culpable. Pero es la víctima”.

“En la casa se encontraban Sasha y Mora, a quiénes las terminan reduciendo. Dieron vuelta la casa patas arriba. Posteriormente llegó la madre, María Eugenia Tioni (ex pareja de Scozzatti). A quién también tomaron como rehén y buscaron desvalijar la casa”, fuentes policiales le comunicaron a este medio en su momento.

Según le contaron a este portal (y también se pudo recabar), en la madrugada de aquel domingo tuvo lugar el hecho. Las chicas fueron despertadas por el jadeo agonizante de una de las mascotas de guardia.

Luego, tres hombres corpulentos ingresaron a la casa de Ramallo (provincia de Buenos Aires) y redujeron a Sasha, mientras anunciaban que se trataba de un “asalto”. Ambas fueron atadas de pies y manos, a medida que buscaban “joyas y dólares”.

Dato curioso a subrayar: los masculinos, en todo momento, exponían descripciones de la familia y nombraban a Scozzatti, mientras al teléfono tenían en altavoz a un tal “Pintos”. “Sabían todo sobre cada integrante de la casa”, señaló un hombre de las fuerzas de seguridad que habló con este medio en “off”,

Pasada la hora, llegó la madre del lugar, a quién terminaron atando y llevando con ella la misma metodología de “apriete”. Llegada las 4 de la madrugada, los hombres se retiraron, sin antes envenenar a los animales de la morada. ¿Cuál fue el mensaje de todo ello? ¿Exponer la vulnerabilidad de Scozzatti? ¿Qué no hable más?

“Me preguntaron sobre dólares y joyas, expresando que Scozzatti tiene mucha plata. Mientras me sostenía el pelo, hablaban de una ‘caja fuerte’”, fue una de las declaraciones de las mujeres que se filtró al medio.

Por lo visto, presuntamente no quisieron llevarse nada, solo revolver las cosas y “dar un mensaje claro” contra el operador político y ex agente de inteligencia. Son varias las dudas que suscitan ante una explícita misiva mafiosa.

Ante todo lo referido, es propicio dejar en claro que aún hay hilos manipulados en la Justicia y el “lawfare” contra Scozzatti es una prueba irrefutable de ello. ¿Cómo seguirá todo?

Investigación:

Ulises Catriel Cuenca

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