Los empresarios piden más ayuda para enfrentar nuevas restricciones.
Mientras se anunciaron créditos para que los gastronómicos compren calefactores, el Gobierno evalúa un cierre total en el AMBA durante los fines de semana, momento en el cual más afluencia reciben los cafés y restaurantes.
La paradoja de poder conseguir dinero para mejoras sin supuestamente poder operar más que con delivery devaluó los ánimos del sector. Entre comerciantes y empresarios sobrevolaban el enojo y la confusión a horas de que se conozcan las nuevas medidas para restringir la circulación.
Algo similar sucedía entre los comerciantes: el golpe del posible cierre de este fin de semana podría ser letal, decían los empresarios pyme. Aun con la apertura gradual, los locales todavía venden un 27 por ciento menos que antes de la pandemia, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Cerrar un día del fin de semana implica perder un tercio de las ventas de toda la semana.