El presidente de la UCR y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, puso la mira en la interna del PRO y, con ironía, les recomendó que tuvieran “calma”. Además, destacó: "Copian lo peor de la UCR”.

“Nos han copiado lo peor a nosotros, que son las internas”, insistió Morales en el discurso que pronunció este miércoles en el predio de la Sociedad Rural Argentina (SRA). Y si bien argumentó que "no me meto en la interna del PRO, porque termino mal”, volvió a aconsejarles: “Calma PRO que fluya buena energía porque tenemos un gran desafío por delante”.

El presidente de la UCR se refirió a los precandidatos presidenciales del PRO, y comentó que no sólo mantiene una excelente relación con el alcalde porteño, sino también "buena energía" con la titular del PRO, Patricia Bullrich y con el líder de Encuentro Republicano Federal (ERF), Miguel Ángel Pichetto.

Y, una vez más, reiteró sus críticas a Mauricio Macri. "No se preocupen. Vamos a gobernar Argentina y vamos a hacerlo mejor que en 2015 y 2019. Morales se refirió también en términos generales a sus propuestas como candidato presidencial, y adelantó que durante "los primeros meses" de su gestión intentará llegar "muy cerca" de la "unificación del tipo de cambio".

"Hay que terminar con el tipo de cambio de la soja y el vitivinícola, hay que terminar con esa mentira. Necesitamos un tipo de cambio único para que el que quiera exportar exporte y no le pongamos el pie sobre la cabeza”, enfatizó.

Tampoco estuvo ausente la crítica al gobierno del Frente de Todos, al que definió como "un modelo anti exportador", oponiéndolo al de Juntos por el Cambio que, a su juicio, sería "un modelo exportador". 

El presidente de la UCR apareció satisfecho por el anuncio de Horacio Rodríguez Larreta sobre las reglas de juego en las elecciones en la CABA, ya que considera que su candidato, Martín Lousteau, tiene grandes posibilidades de acceder a la Jefatura de Gobierno.

También se lo notó satisfecho con la conformación de una fórmula mixta para la boleta presidencial, encabezada por el candidato del PRO, ya que, aunque no lo declaren en público, en privado los radicales aceptan que tienen escaso interés en hacerse cargo del hierro caliente que heredará la próxima administración.