Este lunes, Buenos Aires Ahora dialogó con Leónidas Requelme, referente de la agrupación Juan Manuel de Rosas de la Unión Personal de Seguridad de la República Argentina (UPSRA), en relación a la delicada situación que viven los trabajadores del sector y las irregularidades que ocurren dentro de la conducción gremial.

“Estamos en plan de movilización, vamos a ir al Ministerio de Trabajo, para reclamar por las paritarias fundamentalmente, que comienzan el día 6 de junio”, explicó Riquelme, y continúo: “Venimos sosteniendo desde nuestro espacio, y el bloque nacional del que formamos parte, reclamamos que los que se sienten en las paritarias sean representativos, por que la crisis que se vive en el sector ha motivado que tengamos negociaciones a la baja permanentemente, lo que hace que una cantidad importante de compañeros terminan bajo la línea de pobreza siendo trabajadores”, denunció.

El dirigente hizo referencia a la dura situación que enfrentó el sector de la seguridad durante la pandemia por el Covid-19, sobre lo cual detalló: “Carecíamos de prestaciones médicas porque la obra social estaba en estado de crisis, hoy la tenemos intervenida, es otro problema a resolver. Nuestros compañeros estuvieron en primera línea como trabajadores esenciales, pero no se compensó esa presencialidad con un respaldo ni de cobertura médica ni económica”, reclamó.

“Tenemos un sueldo que está por debajo de la línea de pobreza, la discusión tendría que estar en un salario que tendría que estar rondando por lo menos entre 350 mil pesos de piso” insistió el entrevistado, y ahondó: “Una problemática muy compleja en nuestro sueldo es que hay una gran cantidad no remunerativa, por lo que a los compañeros que por una situación médica o familiar no pueden trabajar, todo lo no remunerativo no se lo pagan. En consecuencia, el sueldo cae proporcionalmente y eso sume en la pobreza total a los compañeros que no están trabajando”.

Y aseguró: “Eso se tiene que terminar, es una de las discusiones que estamos teniendo, el sueldo tiene que ser neto y tiene que ser bien liquidado. El convenio colectivo 507/7 no se viene cumpliendo, si bien se firma y está en plena vigencia, en el Gran Buenos Aires y el conurbano, esto no se cumple”, sostuvo.

Otro de los temas que hacen a la dura crisis que atraviesan en el sector es la intervención, tanto en la obra social como en el gremio, que le añade un grado de complejidad a las circunstancias: “La intervención en la obra social viene de ya más de dos años, con cuatro interventores distintos, que no solucionaron ninguno de los problemas. En algunas etapas se mejoró un poco, pero hoy la obra social trabaja en un local alquilado, con puertas cerradas, sin prestaciones médicas, no sabemos quién ejerce porque el interventor está de licencia y hay un suplente, el superintendente de Salud no toma cartas en el asunto”, reclamó.

“La intervención surge de un decreto presidencial, la persona designada está de licencia y hay alguien ejerciendo el poder ‘entre gallos y medianoche’, porque no sé quién lo respalda para eso”, denunció.

Mientras que por otro lado, explicó: “En lo gremial estamos en una situación parecida, con una medida cautelar de extensión del mandato del cual soy parte, pero con la conducción de un secretario general que no reúne a la comisión directiva, que no juega a nada, y lo único que hace es sentarse en las paritarias para negociar en favor de los empresarios”, y recalcó: “Esto hay que definirlo con una elección, que es lo que pidió la Corte Suprema”.

En cuanto a las acciones que vienen desarrollando desde su espacio, Riquelme detalló: “Lo que esperamos nosotros es que el Ministerio tome la decisión política de participar y tomar las riendas del asunto. Durante la extensión del mandato en estos últimos años, no hay memoria ni balances de la actividad. En cualquier situación esto generaría una reacción del Ministerio de Trabajo".

"Tenemos pedidos formales hechos desde comisiones directivas hasta vigiladores autoconvocados y diferentes grupos, que exigen las memorias y balances, es decir el cumplimiento efectivo de la ley, como cualquier organización gremial tiene que cumplir. Y que haga las movidas necesarias con los medios que tiene a su alcance para generar la elección”, contó.

“Como parte de la comisión directiva queremos que haya elecciones, el único que está trabajando para perpetuarse en el poder es el secretario general”, resaltó el referente, mientras que por otro lado apuntó hacia los empresarios del sector: “Lo que sostiene todo esto es que somos la única actividad que tiene empresarios multimillonarios y trabajadores pobres. Si bien las empresas pueden ser consideradas ‘PyMEs’, los dueños son millonarios. Esto sostiene un armado muy importante considerando que también hay tres o cuatro multinacionales de gran peso en la estructura, que se ven muy beneficiadas con los precios que tenemos”.

Retomando la cuestión salarial, para Riquelme los sueldos de los trabajadores tendrían que estar superando los 300 mil pesos a fin de año, y resaltó que “el esfuerzo lo tienen que hacer los empresarios”, sobre lo cual aclaró: “Hay mucho ruido en el ambiente pidiéndole a los gobiernos, pero nosotros tenemos que entender que lo nuestro es una actividad privada. Nuestra actividad no necesita subvención, no está en crisis. Las empresas siguen trabajando y facturando bien. La seguridad privada es cara en Argentina, por consiguiente, los empresarios tienen que rescindir ganancias y repartir de otra manera. Eso es lo que hay que discutir en las paritarias, hay que sentar a la mesa a dirigentes que plantean eso”.

“La única forma de acabar con esto es normalizar el gremio, normalizar la actividad y poner reglas claras del juego. El Ministerio tiene que tomar las riendas y que les exija a las autoridades que llamen a elecciones en el marco de la ley. Que pongan el Estatuto sobre la mesa y que se hagan elecciones libres, nosotros vamos a aceptar el mandato de las urnas, lo que buscamos es que se vote”, sostuvo.

Por último, resaltó el acompañamiento de los trabajadores a los reclamos y pidió “que no bajen los brazos”, tras lo que afirmó: “Sabemos que es difícil, que no podemos estar permanentemente en la calle. Movilizarse es muy difícil en nuestra actividad porque uno está permanentemente de servicio; sin embargo, hoy estamos en la calle defendiendo los derechos. Hay una conciencia en la mayoría de los compañeros y recibimos apoyo permanente, creo que eso se va a volcar en las urnas en su momento”, concluyó.