Con un bajo rendimiento y pocos minutos en cancha, Darío Benedetto terminó de sellar el final de su contrato con Boca Juniors, club al que había regresado y en el cual tuvo un desempeño flojo que culminó con el delantero uruguayo fuera del plantel luego de un encontronazo con el director técnico Diego Martínez.

El “Pipa” nunca logró recuperar el nivel de otras temporadas, y fue claramente opacado por los buenos presentes de sus compatriotas Edinson Cavani y Miguel Merentiel, ambos amigados con el gol y sendos referentes de la delantera boquense, lo que hizo que su estadía en el Xeneize no fuera demasiado productiva.

Benedetto no estaba entre los titulares salvo ocasiones en las que Martínez debía parar un equipo alternativo, pero de todas formas era un recambio posible para partidos importantes, como en el caso del último superclásico, hasta que estalló el escándalo y se resintió su relación con el entrenador.

El episodio que terminó de quebrar la confianza de Martínez en Benedetto ocurrió luego del cumpleaños del uruguayo, que festejó a lo grande con algunos jugadores del club que se encontraban lesionados y por lo tanto, a diferencia de Benedetto, no tenían la obligación de entrenar.

Tras la noche de parranda, el “Gigoló” notó durante el entrenamiento que Benedetto no estaba en buen estado y se acercó a preguntarle qué le ocurría. La respuesta del uruguayo fue honesta y desfachatada, terminando de sacar de quicio a Martínez: “Noches alegres, mañanas tristes”, le confesó el jugador.

A partir de entonces, el técnico le hizo la cruz y el jugador no fue tenido en cuenta, por lo que se empezó a pensar en su salida de la institución azul y oro. Finalmente, este jueves llegó la confirmación, y según trascendió, Benedetto junto con las autoridades de Boca decidieron de común acuerdo poner fin al vínculo de manera anticipada y rescindir el contrato que tenía vigencia hasta finales de este año.