En la Argentina, el narcotráfico no dejó de crecer desde los años ‘90 a la actualidad. Algunos han llegado a señalar al difunto ex presidente Carlos Saúl Menem como principal responsable, otros indican que el ex jefe de Estado, Eduardo Duhalde, es el principal culpable de que la cocaína tuviera vía libre en el país.
Durante esta nueva temática de informes que expondrá Buenos Aires Ahora, se irá visualizando la ramificación voluntaria de lo acontecido en diferentes rutas de droga que se abren paso en cada rincón del país. Fuentes oficiales, anónimos y hombres del poder (círculo rojo) hablaron con este medio para declarar aquello que ningún otro medio quiere contar.
El principio del origen
El pueblo fronterizo habitado que se tiene como eje de inicio es la localidad salteña de Los Toldos (departamento Santa Victoria), el cual se encuentra cercano a Mecoyita y la ciudad boliviana de Mecoya. Según anónimos, afirmaron a Buenos Aires Ahora que “esa zona es toda una mina de oro para el narcotráfico entre ambos países”.
“Los galpones principales se sitúan en Bolivia, para ser trasladados hacia Argentina. Desde Mecoya se realiza el principio de la operación”, sentenciaron a este medio. Y añadieron: “No hay nada en toda la ciudad, pero de repente te topas con enormes estructuras que contienen fábricas y depósitos de cocaína”.
Según pudo investigar este portal, los caminos que conectan a ambos Estados para el narcotráfico serían de tierra e intransitables. Por lo tanto, la única forma de dar con dicha conexión, supuestamente se hace en moto o, más comúnmente, en mula.
Investigando en mayor profundidad, se estaría tratando de un trayecto superior a los 800 kilómetros de sendero, desde Mecoya (Bolivia) hasta la provincia de Salta. “Todo con total impunidad tras el apoyo político, de seguridad y hasta en cierto punto empresarial”, aseguraron al medio.
La “pata política” que ofrece apoyo
Claramente para poder dar con el ingreso de relación entre ambos países, la idea eje está en la potestad política. A partir de allí, se entendió que supuestamente el Gobierno mismo de Salta hace la vista gorda al caso.
Dentro de las líneas oficialistas, apareció el presidente del Ente Regulador de Servicios Públicos, Carlos Saravia, como uno de los que estaría involucrado gravemente. Este mismo seguiría las órdenes provistas por el ministro de Seguridad y Justicia provincial, Abel Cornejo. “Son los verdaderos cabecillas”, asimilaron a Buenos Aires Ahora.
Como si ello fuera poco, el ex diputado Alfredo Olmedo (quién se pone el mote de “antidroga”) también tendría una cuota importante de poder. Algunas fundaciones que batallan contra las adicciones se comunicaron con este medio y expresaron con furia: “Al ex legislador le hemos llegado a comentar este tema que sucede entre Salta y Bolivia, pero él sólo contestó: ‘¿Para estas boludeces no me llamen?. Y procedió a cortar el teléfono o bloquearnos’”.
Otro de los nombres que se habría filtrado en la investigación, trataría del ex camarista y actual abogado de mucho poder en la provincia de Salta, Luis Santander. Presuntamente tiene sus manos manchadas en la ruta de la cocaína, mediante sus influencias en la Justicia e importantes vínculos en la política local.
El recorrido en manos de fuerzas de seguridad
Si bien, en este momento, se hace hincapié en el cruce de Mecoya (Bolivia) a Mecoyita (Salta), Buenos Aires Ahora pudo averiguar que hay, al menos, unos 38 entre ambos países y solamente mediante la provincia. Sin contar el resto de territorios nacionales que son limítrofes con otros países.
Una vez que el trayecto del narcotráfico desemboca en la localidad salteña de Campo Santo (General Güemes), una de las oficiales de seguridad, María Córdoba, se encargaría de administrar el recorrido. Ello debido a un reclamo privado de tierras y sus influencias con jerarcas tras haber sido pareja del subcomisario Carlos Vera.
Asimismo, según pudo saberse desde este portal, a partir de dichos movimientos, todo desembarcaría hacia la provincia de Tucumán a través de los vínculos con el Clan Ale: Rubén “La Chancha” Ale, Roberto Ale y Ángel “El Mono” Ale. Si bien algunos se encuentran condenados por la Justicia, debido a lavado de activos, desde las sombras y con hombres de confianza, se encontrarían vertidos en el rubro del narcotráfico.
Otro de los nombres importantes que supuestamente realiza la escolta (junto a hombres de confianza) es un importante subcomisario del barrio salteño de Castañares. El mismo, para mantener su anonimato, se hace llamar Alejandro Torres.
Ante todo lo referido, es propicio dejar en claro que el narcotráfico tiene demasiadas aristas y negociados. Sin importar los colores políticos, en este negocio oscuro quedan las ideas hacia un costado. En el cual Bolivia, presuntamente apadrinado por el ex mandatario Evo Morales, y Argentina se dan la mano.
Investigación:
Miguel Ángel Caminos
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