En plena democracia, un periodista le hizo una pregunta que incomodó al gobernador Axel Kicillof y desde el equipo de Comunicación mandaron a ubicarlo por su nombre y apellido.

El insólito hecho ocurrió durante la Inauguración del Jardín de Infantes N°991, en Lisandro Olmos, partido de La Plata, donde el mandatario bonaerense estuvo junto a la diputada Victoria Tolosa Paz y el intendente Julio Garro.

En una rueda de prensa, uno de los periodistas le pidió a Kicillof una reflexión sobre los silbidos que recibió en el acto de Jura de Fidelidad a la Bandera del Servicio Penitenciario en el Estadio Único, ocurrido días atrás, y la demora en el comienzo del acto.

El gobernador, sin esquivar la pregunta, contestó que “problemas de agenda lo retrasaron”, ofreciendo disculpas a las familias por las molestias generadas. Pudo terminar ahí, pero esta pregunta generó malestar en los funcionarios que secundaban al mandatario.

Por un lado, la difusión del video de los silbidos generó molestias en la ministra de Comunicación, Jesica Rey. La funcionaria llegó a comunicarse de manera privada con el periodista que captó el momento, planteando la queja por publicar el material. Luego, tras la pregunta “incómoda” sobre el tema, se encargó de preguntar el nombre, apellido y lugar de trabajo del periodista, así como el nombre del director del medio.

Una vez más, las investiduras gubernamentales en estas situaciones ejercen una presión mayor y los propios trabajadores de los medios sienten que el aparato estatal “te marca” cuando los incomodás. Esto, sin dudas, luego trae consigo problemas para el ejercicio de la profesión, como pueden ser la negativa al acceso a información, entrevistas, credenciales, entre otras. Esa es una práctica frecuente en Gobernación, donde -si no le caes bien al equipo de Comunicación- no te permiten ingresar a realizar coberturas periodísticas.