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Parte 29

La legalización de la prostitución en la Argentina: los casos más particulares y fuera de lo común expresados en el cine

El cine, muchas veces, puede ser el reflejo de la realidad, y ello no escapa a la prostitución.
El cine, muchas veces, puede ser el reflejo de la realidad, y ello no escapa a la prostitución.

Los informes sobre la prostitución, tanto VIP como "under", van llegando hacia el final en Buenos Aires Ahora. En dónde ya se ha recorrido todos los huecos, ya sean actuales, históricos o aquellos que se mantienen contemporáneos.

Desde este medio, igualmente, traemos otra vez más casos particulares, fuera de lo común. Ahora bien, se tiene que entender que esta temática ha dejado mucha tela para cortar. ¿Quién dice que no termine en un libro?

Casos seleccionados de películas argentinas sobre prostitución

Desde hace más de un siglo que la lente del cine registra escenas celosamente trabajadas, que intentan reflejar todo tipo de situaciones. Algunas son totalmente imaginarias, otras son denuncias de una dura realidad y otras son una ventana a un mundo desconocido para el espectador.

Una vieja canción del artista uruguayo Tabaré Cardozo narra la historia de un joven, seguramente montevideano como él, que invita a su novia a "entrar a un tierra mejor, yo de tu mano y vos de la mía".

La frase es un acierto del cantautor, porque en el cine todo es mejor. Por dura y desgarradora que sea la escena, siempre será un acto atenuado si lo comparamos con lo que podría llegar a serlo en la vida real.

La prostitución un día se hizo ver. El oficio más viejo llegó a la pantalla grande para mostrar al público, aunque más no sea, una muestra gratuita de lo que vive una prostituta en el ejercicio de su trabajo.

Desde diferentes miradas el tema se repite. El documental, el drama y la comedia son géneros que lo han tenido presente a lo porque al "problema" de la prostitución se lo cuenta, se lo idealiza o se lo demoniza, pero nunca se lo soluciona.

Salir de puta

"Salir de puta" es la última aparición de la prostitución en el cine argentino. Sofía Rocha es la directora de este documental estrenado en 2022, armado desde el testimonio crudo de mujeres que fueron o son meretrices.

La cinta no toma partido por ninguna de las posturas, legalista o abolicionista. Simplemente se limita a presentarlas y deja que el público tome su propio posición.

En diversos reportajes Rocha se definió como una militante que advirtió la grieta que genera en los debates feministas la posición del colectivo frente a la prostitución.

A su vez puntualizó que por encima del rótulo de trabajadoras sexuales o personas en situación de prostitución, está el problema de fondo no resuelto, que es la falta de políticas públicas para el sector.

La Guayaba

Bajo la dirección de Maximiliano González, un elenco de actores jóvenes, respaldados por la experiencia de Marilú Marini y Lorenzo Quinteros, cuenta una historia, tristemente repetida en el interior del país: la de las jóvenes menores de edad coptadas bajo engaños, que aceptan ser trasladadas a Buenos Aires para terminar atrapadas en redes de trata.

"La idea de la película es reflejar una situación que existe y que a veces todos miran para otro lado como si no existiera", declaró González en la presentación del filme, allá por 2013.

Al mismo tiempo hizo hincapié en la importancia de dar conocer el modus operandi de los proxenetas, desde la selección de la víctima hasta que logran la sumisión absoluta, dejándola reducida a esta "nueva forma de esclavitud".

Alanis

Una de las más crudas películas argentinas sobre prostitución, es esta pieza dirigida por Anahí Bernaris y protagonizada por Sofía Gala, la hija (también artista) de diva Moria Casán, estrenada en 2016. La película fue presentada en el prestigioso festival de San Sebastián, donde obtuvo premios en las categorías Mejor Dirección y Mejor Actriz.

La historia que cuenta "Alanis" es la vida cotidiana de una prostituta, madre de un hijo al que mantiene con su trabajo. "Dejar atrás la prostituta reventada es muy difícil", contó Bernaris.

La idea del guión no era usar la figura de la prostituta cómo víctima, ni como mujer superior. Simplemente se pretendió mostrar a una mujer común que tiene un trabajo no convencional, pero funcional.

Las mujeres son cosas de guapos

Muy lejos del tono de las anteriores, esta comedia de 1981, protagonizada por Alberto Olmedo y Jorge Porcel, dirigida por Hugo Sofovich, está ambientada en la Argentina del fraude electoral fines del siglo XIX.

El dúo cómico encarna a dos personajes con pocas luces que trabajaba como "mano de obra desocupada" para un caudillo, haciendo trabajos sucios. El dinero que ganaban por esas bajas tareas lo gastaban en prostíbulos.

En esa época la prostitución estaba en una situación que pasaba de la tolerancia a la aceptación. En el ambiente en que se movían los personales habia una cadena de mando que empezaba en ellos, seguía con el "puntero" (una suerte de mando medio) y terminaba en "el doctor", que era el dirigente político que hablaba de moral pero no la practicaba. Todos vivían de la prostitución. Todos eran proxenetas, del primero al último de la cadena.

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