Con un dólar y tarifas pisados, y con paritarias que sólo ahora retoman un nuevo dinamismo, la inflación de junio fue de 3,2 por ciento -se desaceleró muy levemente en un nivel muy alto- y en los primeros seis meses del año acumuló más de 25 por ciento, un número que se acerca a la previsión oficial para 2021. La inflación interanual -doce meses- perforó el techo del 50 por ciento.
El Indec informó este jueves que el índice de precios al consumidor (IPC) estuvo levemente por debajo de lo que había marcado en mayo (3,3 por ciento), pero casi un punto por encima de lo que marcaba el mismo mes del año pasado (2,2 por ciento). El Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) esperaba para junio un alza de 3,2 por ciento en los precios. Esto último implica que la suba de precios estuvo en línea con lo esperado por el mercado.
El kirchnerismo con su gestión ineficiente nos deja estos números: más de 100.000 muertos por el Covid, 25,3% de inflación en el primer semestre y más de 1 millón de chicos todavía no volvieron a las aulas. ¡Digamos Basta!#RecuperemosArgentina
— Ricardo López Murphy (@rlopezmurphy) July 15, 2021
El capítulo más sensible del IPC, el de Alimentos y Bebidas, aumentó 3,2 por ciento. Sin embargo, todos los cortes de la carne, pese al cepo a las exportaciones, terminaron con subas mensuales, que llegan hasta el 8 por ciento en el Gran Buenos Aires. Las alzas más significativas estuvieron en Comunicación (7 por ciento), Bebidas alcohólicas y tabaco (5 por ciento), y en Transporte (3,3 por ciento).
La inflación núcleo, que elimina los precios regulados y estacionales (los precios libres), avanzó 3,6 por ciento, lo que implica una aceleración de una décima con relación a mayo en niveles más elevados que los que mostró el nivel general. La inflación doce meses fue de 50,2 por ciento.
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