El viernes por la noche se produjo el deceso del ministro de Transporte, Mario Meoni. Paradójicamente, en una ruta que se había ocupado personalmente de mejorar, y no de ahora, sino también durante los tres períodos que desempeñó como intendente de Junín a partir de 2003, por la UCR. Pese a sus esfuerzos, la “ruta de la muerte” sigue cobrándose vidas. En este caso, la propia.
Después de aquellos años de pertenencia a la UCR, tuvo lugar su paso al Frente Renovador, su candidatura como diputado del Frente de Todos en 2019 y su llegada al Ministerio de Transporte, el único que le correspondió al massismo dentro del gabinete actual.
Con mucha tristeza recibí la ingrata noticia del fallecimiento de @mariomeoni, Ministro de Transporte de nuestro Gobierno.
— Alberto Fernández (@alferdez) April 24, 2021
Con él perdemos a un político cabal, incansable y honesto. Un funcionario ejemplar.
Con sincero pesar acompaño a quienes como yo lo han querido y respetado. pic.twitter.com/NV8gX5GmKJ
Meoni era un hombre querido en su localidad de origen y por la mayoría de quienes lo trataron. En los últimos tiempos aparecía muy preocupado. Su afección cardíaca preexistente le había obligado a realizarse una nueva intervención en el mes de febrero pasado, y varias cuestiones de agenda lo tenían a maltraer. Como es sabido, el transporte es uno de los principales focos de contagio del COVID. Resolver la problemática de un área postergada y víctima de la desinversión en tiempos de grave pandemia conmoverían al más pintado.
Pero había, además, otra cuestión que desvelaba a Meoni: la Hidrovía del Paraná, cuya resolución lo había colocado en un lugar incómodo. Buena parte de la soberanía nacional está en juego en esa definición. Y las presiones y tironeos encontraron su presa en el titular del Ministerio.
El viernes a la noche, se produjo el siniestro. Muy controversial, sin lugar a dudas. Durante el fin de semana fue velado y enterrado en su Junín de siempre, acompañado por varios actores de la primera plana del Gobierno y una multitud de vecinos.
Sergio Massa, su jefe político, le dedicó una sentida reflexión: "Voy en la ruta. Esa que te jugó la mala pasada y sólo me sale llorar y decirte: gracias amigo. Porque fuiste de los leales como amigo de verdad. De los buenos amigos en las malas y de los silenciosos en las buenas".
Tampoco faltaron las críticas sobre la nula vigencia de las normativas y restricciones dispuestas por el propio Gobierno Nacional durante el sepelio masivo. Todos los protocolos fueron violados. El propio Presidente fue el primero en hacerlo, en lugar de dar el ejemplo. Lo que es comprensible desde lo humano es a veces condenable desde la responsabilidad pública.
Tanto el Gobierno Nacional como la Intendencia de Junín, en manos de Juntos por el Cambio, decretaron tres días de duelo. Este lunes se conocerán las pericias efectuadas sobre el vehículo, por lo que el entierro inmediato siembra ciertas dudas ante las características del deceso.
Pese al impacto de la pérdida, tanto Sergio Massa como Alberto Fernández están obligados ahora a acometer la ingrata tarea de reemplazarlo. Massa no querrá perder la única cartera de la que dispone. Está en muy buenas relaciones con el presidente, con Cristina y con Máximo. No deberían haber demasiadas complicaciones para que siga en su poder.
El interrogante que se plantea es el nombre del reemplazante. Por la importancia que tiene para el Frente Renovador, debería de tratarse de alguien muy próximo a Sergio Massa. Algunos señalan que la indicada sería Malena Galmarini, su esposa, ya que además de ser “Massa” y parte de su círculo selecto, es mujer, lo cual significaría un guiño hacia el ala progresista del Frente de Todos. Pero Malena ya tiene un cargo en ejercicio, por lo que el enroque exigiría cubrir también esa vacante que se produciría.
De no ser Malena, otro de los candidatos que cumpliría con requisitos similares podría ser Sebastián Galmarini, su hermano, quien jugó un papel muy destacado en la Legislatura provincial durante el Gobierno de Cambiemos. Y una tercera opción que se maneja es la de Eduardo Cergnul, una de las figuras más influyentes que compone el círculo más selecto de Sergio Massa y que está actualmente a cargo de la Secretaría Parlamentaria de la Cámara de Diputados de la Nación. Pero, tal como sucede con Malena –y tal vez más aún en este caso- este enroque lo dejaría a Massa sin un alfil esencial a la hora de hacer política en complejo territorio legislativo.
No son muchos los cuadros de que dispone Sergio Massa para reemplazar a Meoni, sobre todo en el momento clave de la resolución del tema hidrovía. Los otros nombres que circulan, aunque con menos énfasis, son los de Raúl Pérez, quien poco más de un año atrás mereció el veto de Cristina, y el de Rodolfo D´Onofrio, aunque sujeto a cuestionamientos similares a los de Pérez.
Claro está que de diciembre de 2019 a abril de 2021 “pasaron cosas” en la relación entre la vicepesidenta y el Presidente de la Cámara de Diputados, por lo que el juego podría volver a abrirse para muchos candidatos.