En medio de una profunda crisis económica que afecta a todo el país, la fábrica de grifería más grande de Argentina, FV, anunció la suspensión de 800 trabajadores de su planta ubicada en Villa Rosa, en la localidad de Pilar. Esta medida, que tendrá una duración de tres meses, implica una significativa reducción salarial para los empleados afectados.
Los 800 empleados suspendidos representan una parte considerable del total de 1.400 trabajadores de la planta. Esta suspensión es una respuesta directa al derrumbe económico que están sufriendo numerosas empresas en Buenos Aires y en el resto del país. FV, el mayor fabricante de grifería de Argentina, opera una planta de 80.000 metros cuadrados donde se producen más de tres mil artículos de alta calidad que se exportan a 25 países.
La situación de FV no es un caso aislado. La caída de la obra pública, el desplome del consumo, la recesión económica y las propuestas de flexibilización laboral introducidas por el Gobierno de Javier Milei llevaron a muchas empresas a reducir sus plantillas o a modificar sus jornadas laborales. Empresas de renombre como Pepsico en Mar del Plata, Whirlpool en Pilar y Fate en San Fernando también implementaron medidas similares.
En respuesta a la crisis, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) llegó a un acuerdo con las empresas del Grupo Construya, que incluye a FV, Loma Negra, Plavicon, Klaukol y Aluar, entre otras. El acuerdo establece una reducción de la jornada laboral por 10 días en mayo, 9 en junio y 10 en julio, con un pago del 80% del salario.
Este ajuste se produce en un contexto de caída del 33% en los despachos de FV durante el primer cuatrimestre del año. Un portavoz de la empresa señaló: "En abril se registró una leve mejora, pero aún los índices son bajos respecto del 2023. Frente a ese contexto, acordamos con el gremio suspensiones de parte del personal jornalizado durante algunos días de mayo, junio y julio, para no seguir incrementando el stock".