Luego de llenarse la boca y despotricar -no sin razón- contra la casta política y los parásitos que viven del esfuerzo de los contribuyentes por medio del Estado, tanto Javier Milei como los funcionarios que lo acompañan en su gestión demuestran una y otra vez que aquel discurso de acabar con los privilegios se terminó en cuanto llegaron a la Casa Rosada.
El propio Presidente se ocupó de nombrar a su hermana Karina Milei dentro del Gabinete, a quien designó como secretaria general de la Presidencia, hecho por el cual tuvo que modificar una normativa vigente en ese momento, puesto que estaba prohibido.
Esta es Vilma Facunda Bedia, senadora electa por LLA y "docente" que llegó al cojehermana militandolo por facebook. Hace una semana invitó a Nacho Torres a "hagarrar la pala" y hoy sabemos que acomodó a sus 3 hijos, su nuera y sus sobrinos en el Congreso
— @caidodelcatre (@caidodelcatre2) March 20, 2024
Las Fuerzas del Cielo pic.twitter.com/2DPTp6myZ4
Desde ahí para abajo, son notables los ejemplos de figuras de La Libertad Avanza que han llenado el Estado de familiares, como el caso del vocero Manuel Adorni, el diputado Martín Menem, la vicepresidente Victoria Villarruel, entre otros.
Ahora, salió a la luz otro caso de nepotismo libertario, el cual fue destapado por el medio La Política Online (LPO), que por medio de una nota firmada por el periodista Pablo Dipierre denunció públicamente que una senadora jujeña de LLA metió prácticamente a toda su familia a mamar de la teta del Estado.
La legisladora señalada es Vilma Bedia, quien inundó la planta de su oficina con nombres de sus familiares: trabajan para ella sus tres hijos, su nuera, su hermano, su sobrina y su cuñada, todos cobrando de la plata que recauda el Estado por medio de impuestos que pagamos todos los argentinos.
Según LPO, Bedia les consiguió a su hijo Joel Benjamín Mamani un puesto de planta transitoria con categoría A3, por el que cobra alrededor de 700 mil pesos, y otro a José Jair Mamani, con una A1, cuyo ingreso está estipulado en 1,2 millones de pesos. Fuentes territoriales incluyen en la planta de empleados colados por la senadora a su hijo Pablo pero no aparece en los registros públicos de la web del Congreso.
La investigación del medio mencionado también señala que además, la libertaria hizo ingresar a sus hermanos Juan Carlos, pastor y presidente de la Fundación Emanuel, y Ricardo, miembro de la misma entidad. Ambos accedieron a una categoría A1.
A la lista se suma Albert Bedia, otro hermano suyo que se incorporó como asesor, aunque tuvo menos suerte y le dieron una categoría A3. Sin embargo, esos nombres no figuran en la planilla publicada en la página oficial del Senado.
LPO consultó con fuentes del Congreso acerca de la posibilidad de que esos empleados efectivamente lo fueran aunque sus nombres no aparecieran. "Hay un tipo de contratación así, pero fuera de categoría y son los sueldos más bajos, los de 200 mil pesos", explicaron.
La fiesta familiar no termina aquí, y además hay que contar que su cuñada Nélida, pareja de Juan Carlos Bedia, forma parte del equipo de la legisladora. Según dirigentes de esa jurisdicción, es masoterapeuta.
Hay que añadir también en la lista a Damaris, hija de Nélida y Juan Carlos y sobrina de la senadora Bedia, quien es otra de las empleadas que aportaría el clan. En el otro sobrino de la legisladora libertaria, Jonatan, también formaría parte del plantel, aunque no se le reconoce experiencia de ningún tipo que pueda estar relacionada con la gestión pública y amerite su cargo.
Otra sobrina, Daiana Ester Llanes, figura también como planta transitoria con categoría A3. La senadora hasta el grosero punto de contratar a su nuera, Mirta Araceli Silisque. En su caso, se benefició con una de las categorías más bajas del despacho: A8.
Además, para terminar de ponerle el moño a la tramoya de proporciones descomunales, dicen las malas lenguas que algunos de los empleados familiares de mayor confianza también serían beneficiarios del programa Potenciar Trabajo.
Según explican desde la Cámara Alta, el margen para cobrar un salario del Senado al mismo tiempo que se percibe un plan del ex Ministerio de Desarrollo Social sería que la actualización de los registros del Sistema de Identificación Nacional Tributario y Social (SINTyS), lo cual demora entre 5 y 6 meses, lapso en el cual se genera un punto ciego que escapa a los controles de transparencia.